Un film bastante desconocido y no por ello menos estimable por una serie de razones. El director, Tom DeSimone comenzó a trabajar de cineasta haciendo películas para niños y documentales educativos. Poco después se pasó al porno, género en el que trabajo intensamente, y luego hizo este film, antes de pasarse a la televisión a rodar capítulos de series diversas y telefilms. Era habitual a finales de los 70 y principio de los 80 que algunos films de terror desconocidos fueran rodados por experimentados directores de porno que de rodajes sabían un rato. En esta ocasión la historia es mundana y simple. Cuatro jóvenes, dos parejas, deciden pasar como putada de una fraternidad universitaria en un castillo-mansión abandonado a las afueras de la ciudad y en donde años atrás un demente masacró a su propia familia. Aquí una noche de sustos y deambular por un sitio tétrico y abandonado, se transforma en una noche infernal porque en el lugar se esconde el maniaco que irá a por ellos. Antes, una serie de capullos de la fraternidad universitaria, se inflitrarán en el lugar para gastarles bromas y asustarlos, pero serán ellos los que morirán primero antes de que la cosa se diriga ya directamente hacia los cuatro protagonistas. Lo realmente curioso del film es es diferente a todo lo visto en ese entonces. Se mezcla un film al más puro Viernes 13, con gore y muertes, con una ambientación del siglo XIX, con un castillo gótico como escenario y los cuatro protagonistas vestidos de época. Disfrazados de princesas y caballeros se comerán un marrón de cojones. El punto del film es que si lo ves ahora, ha envejecido en su manera de ser narrado, filmado o planificado visualmente, pero nada más. Al estar la acción ubicada en un castillo y los protagonistas vestir como en otra época, hace que el film no parezca desubicado temporalmente de manera grave respecto con nuestro tiempo. Aunque todo hay que decirlo, los peinados son con mucho volumen, genuinos de los 80. En eso si que canta el film. La película se plantea de forma bastante pasable, su desarrolo es muy CONVENCIONAl, y fijaros que entonces los últimos 30 minutos de film, en su clímax final, son MUY BUENOS. Es decir, que la mediocridad de la primera hora de film dan paso a una estupenda media hora final de agárrate y no te menees. La película es exótica. Un director porno tomando sus riendas, un castillo como fondo, vestuario de hace siglos atrás, etc... Una película que a pesar de no ser excelente, puede ser considerada como interesante para ver. Un film CURIOSO. De gore no esperéis grandes cosas, y de sexo o tetas, nada de nada. Linda Blair hace un buen papel. Como comentario final, el guión demuestra algunos defectos importantes y fallos ilógicos en su construcción. Es una pena que no esté trabajado en toda su extensión como el clímax final del film, porque entonces podríamos estar hablando ahora de una gran película.
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