El continente perdido es una maravillosa película de fantasía. Comenzaré comentándola hablando del libro gordo de Petete.
Petete era un pinguino marrón muy inteligente, que lo sabía todo con su vocecita de pito, creado por Manuel García Ferré, super popular en la década de los 70 y que tuvo su propio programa infantil. Fue terriblemente popular en Argentina y en España, y generó incluso una enciclopedia ilustrada por fascículos que podías comprar en los quioscos. Petete, Calculín... Que tiempos. ¡Coño! ¡Si yo mismo hice la enciclopedia y mi padre me compraba religiosamente los fásciculos!
El libro gordo enseña, el libro gordo entretiene y yo te digo contenta, hasta la semana que viene.
¡QUÉ TIEMPOS! Volviendo al tema, creo que fue en el libro gordo de Petete que leí algo acerca del mar de los Sargazos. Un mar de algas ubicado en algún punto del mar caribe y que era tan espeso como impenetrable y que sí metías ahí tu barco, se quedaba embarrancado, en medio de un cementerio de barcos de todas las épocas. Yo, pensad y comprended, era muy chiquitín y me creía todo lo que me decían. No tenía ni diez años y esa historia me resultaba tan increible como fascinante.
Un mar de algas, el mar de los Sargazos, que tenía unas algas tan densas y tan profundas en el mar que todo barco que entraba se quedaba encallado. Era un lugar con niebla, misterioso y lleno de barcos de todos los tiempos atrapados en ese sitio tan terrible como extraño. Ahora, ya adulto se que la cosa no era así, que el mar sí que existe, y que no está en el Caribe ni en el triángulo de las bermudas, sino en una región del oceano Atlántico. Es cierto que creó problemas en los tiempos de la navegación a vela y que algún barco llegó a quedar atascado en ese lugar, provocando un sin fin de mitos y leyendas.
Pero en mi mente siempre estará ese fabuloso y misterioso mar de sargazos, y como no, en este increible film, UNA JOYA, que si tomó esos mitos y leyendas como tales y esa es su trama.
Los pasajeros de un barco de nuestros tiempos va a parar a un mar de algas en el que quedan atrapados y en donde vive su propia fauna y civilización. Barcos atrapados de todos los tiempos, descendientes de los conquistadores españoles, galeones, la santa inquisición, cangrejos gigantes, algas devoraba hombres, plantas gigantes caníbales... ¿Quién da más en esta entrañable producción de la Hammer, plagada de maquetas, efectos especiales, decorados y bicharracos? Encima para más de más animando el cotarro la pechugona actriz y cantante, de la cual dejo numerosas fotos, Dana Gillespie.
Increible son las escenas de la gente caminando con raquetas (como en la nieve) y con globos para hacerlas más ligeros y no hundirse en las algas devora personas. ¡Eso es pura fantasía de serie B! Pero no fantasía del tres al cuartoy sino que se lo pregunten a George Lucas.
Fijaros que hay 15 años entre este film, 1978 y El retorno del jedi, 1983. Pero la escena del monstruo en la bodega del barco, el bicho ese, es igual al Sarlacc, el monstruo de la arena, en el agujero, de El retorno del Jedi. Las comparaciones son odiosas y no me cabe duda de que el bicho de este film bien inspiró al de la saga de La guerra de las galaxias.
El continente perdido es una film EXCELENTE y la mar de entretenido. Su guión es un prodigio de locura y derrocha fantasía. UN CLÁSICO que no deberias de despreciar, aquellos que nunca lo hayan visto.
Mirando el post, veo que he mezclado fotos de una mujer con unas tetas increibles, la Dana Gillespie con imágenes de Petete, más propias de un público infantil. Tetas y Petete. ¿Menuda combinación más loca, no? Pero ya sabeis que esta enciclopedia llamada Dimensión Fantástica es la hostia. ha, ha, ha...
Source URL: http://ojoknesublogs.blogspot.com/2008/12/el-continente-perdido-michael-carreras.htmlPetete era un pinguino marrón muy inteligente, que lo sabía todo con su vocecita de pito, creado por Manuel García Ferré, super popular en la década de los 70 y que tuvo su propio programa infantil. Fue terriblemente popular en Argentina y en España, y generó incluso una enciclopedia ilustrada por fascículos que podías comprar en los quioscos. Petete, Calculín... Que tiempos. ¡Coño! ¡Si yo mismo hice la enciclopedia y mi padre me compraba religiosamente los fásciculos!
El libro gordo enseña, el libro gordo entretiene y yo te digo contenta, hasta la semana que viene.
¡QUÉ TIEMPOS! Volviendo al tema, creo que fue en el libro gordo de Petete que leí algo acerca del mar de los Sargazos. Un mar de algas ubicado en algún punto del mar caribe y que era tan espeso como impenetrable y que sí metías ahí tu barco, se quedaba embarrancado, en medio de un cementerio de barcos de todas las épocas. Yo, pensad y comprended, era muy chiquitín y me creía todo lo que me decían. No tenía ni diez años y esa historia me resultaba tan increible como fascinante.
Un mar de algas, el mar de los Sargazos, que tenía unas algas tan densas y tan profundas en el mar que todo barco que entraba se quedaba encallado. Era un lugar con niebla, misterioso y lleno de barcos de todos los tiempos atrapados en ese sitio tan terrible como extraño. Ahora, ya adulto se que la cosa no era así, que el mar sí que existe, y que no está en el Caribe ni en el triángulo de las bermudas, sino en una región del oceano Atlántico. Es cierto que creó problemas en los tiempos de la navegación a vela y que algún barco llegó a quedar atascado en ese lugar, provocando un sin fin de mitos y leyendas.
Pero en mi mente siempre estará ese fabuloso y misterioso mar de sargazos, y como no, en este increible film, UNA JOYA, que si tomó esos mitos y leyendas como tales y esa es su trama.
Los pasajeros de un barco de nuestros tiempos va a parar a un mar de algas en el que quedan atrapados y en donde vive su propia fauna y civilización. Barcos atrapados de todos los tiempos, descendientes de los conquistadores españoles, galeones, la santa inquisición, cangrejos gigantes, algas devoraba hombres, plantas gigantes caníbales... ¿Quién da más en esta entrañable producción de la Hammer, plagada de maquetas, efectos especiales, decorados y bicharracos? Encima para más de más animando el cotarro la pechugona actriz y cantante, de la cual dejo numerosas fotos, Dana Gillespie.
Increible son las escenas de la gente caminando con raquetas (como en la nieve) y con globos para hacerlas más ligeros y no hundirse en las algas devora personas. ¡Eso es pura fantasía de serie B! Pero no fantasía del tres al cuartoy sino que se lo pregunten a George Lucas.
Fijaros que hay 15 años entre este film, 1978 y El retorno del jedi, 1983. Pero la escena del monstruo en la bodega del barco, el bicho ese, es igual al Sarlacc, el monstruo de la arena, en el agujero, de El retorno del Jedi. Las comparaciones son odiosas y no me cabe duda de que el bicho de este film bien inspiró al de la saga de La guerra de las galaxias.
El continente perdido es una film EXCELENTE y la mar de entretenido. Su guión es un prodigio de locura y derrocha fantasía. UN CLÁSICO que no deberias de despreciar, aquellos que nunca lo hayan visto.
Mirando el post, veo que he mezclado fotos de una mujer con unas tetas increibles, la Dana Gillespie con imágenes de Petete, más propias de un público infantil. Tetas y Petete. ¿Menuda combinación más loca, no? Pero ya sabeis que esta enciclopedia llamada Dimensión Fantástica es la hostia. ha, ha, ha...
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