Esto es como lo de contar chistes. Va un colega y te dice: "¿Te sabes buenos chistes?" Y resultan que has escuchado miles, algunos muy bueno, en toda tu vida y coño, a la hora de la verdad no te acuerdas de ninguno.
Entonces estás otro día con tu novia, ves a un tonto o a un chino, le ves hacer alguna gilipolladas y coño, te vienen a la mente millones de chistes de tontos o chinos. ¿Me explico?
Este film es lo mismo, va sobre conejos asesinos. Así pues me vienen a la mente un montón de chistes sobre Bugs Bunny, así que me contendré lo que pueda.
El film se llamó originalmente "Rabbits" o lo que es lo mismo: "Conejos" Pero MGM decidió que no era un nombre terrorífico para un film de terror, así que fué rebautizado como Night of the Lepus (conejo en latín).
La historia va de que unos conejos se hacen gigantes y ya hasta los cojones de comer zanahorias deciden cambiar de dieta, pasando de la vegetariana a la carnívora, alimentándose de humanos.
En un mina encuentran una gigantesca madriguera de conejos y pese a que la dinamitan, los animalejos escapan escarbando túneles que riete tú de los del metro. Vamos, yo entrenaba a cuatro conejos de esos, y me excavan cagando leches en una ciudad toda la red de metro. ¡ME FORRABA!
Al final los conejos destrozan coches, asaltan caravanas de camping, invaden casas y se comen a todo Dios. ¡Qué voracidad! Joder, les sueltan un par de tigres y solo les sirven de aperitivos.
La película no es ninguna maravilla, pero se deja ver con cierta condescendencia. Los conejos son conejos reales correteando por un montón de maquetas bastante pobres, y cuando atacan a personas es un actor vestido con un traje de conejo. El conejo que veis ardiendo en la foto es un muñeco de peluche.
Stuart Whitman, DeForest Kelley y Janet Leight conforman un veterano reparto de actores que se enfrentan contra la amanaza conejil con la profesionalidad que les caracteriza.
Teniendo en cuenta de que el film es de principios de los años 70, es curioso comprobar como al principio proyectan en plan documental plagas de conejos en Australia, donde vemos como se cazan a cientos de ellos, que escapando se estrellan de forma confusa contra vallas y alambradas. Se supone que nos intentan decir que con tanto conejo, que hay tantos y que crecen tan rápido, que puede ser un factor determinante para que evolucionen a versiones más agigantadas.
¿Qué tendrá que ver que un conejo folle un montón y que se reproduzcan como... conejos? Para que se hagan peligrosos o gigantes. Es como comparar peras con semáforos.
El film pasará a la historia por mostrar conejos asesinos. Por lo demás una monster movie del montoncillo.
Source URL: http://ojoknesublogs.blogspot.com/2009/03/una-noche-infernal-william-f-claxton.htmlEntonces estás otro día con tu novia, ves a un tonto o a un chino, le ves hacer alguna gilipolladas y coño, te vienen a la mente millones de chistes de tontos o chinos. ¿Me explico?
Este film es lo mismo, va sobre conejos asesinos. Así pues me vienen a la mente un montón de chistes sobre Bugs Bunny, así que me contendré lo que pueda.
El film se llamó originalmente "Rabbits" o lo que es lo mismo: "Conejos" Pero MGM decidió que no era un nombre terrorífico para un film de terror, así que fué rebautizado como Night of the Lepus (conejo en latín).
La historia va de que unos conejos se hacen gigantes y ya hasta los cojones de comer zanahorias deciden cambiar de dieta, pasando de la vegetariana a la carnívora, alimentándose de humanos.
En un mina encuentran una gigantesca madriguera de conejos y pese a que la dinamitan, los animalejos escapan escarbando túneles que riete tú de los del metro. Vamos, yo entrenaba a cuatro conejos de esos, y me excavan cagando leches en una ciudad toda la red de metro. ¡ME FORRABA!
Al final los conejos destrozan coches, asaltan caravanas de camping, invaden casas y se comen a todo Dios. ¡Qué voracidad! Joder, les sueltan un par de tigres y solo les sirven de aperitivos.
La película no es ninguna maravilla, pero se deja ver con cierta condescendencia. Los conejos son conejos reales correteando por un montón de maquetas bastante pobres, y cuando atacan a personas es un actor vestido con un traje de conejo. El conejo que veis ardiendo en la foto es un muñeco de peluche.
Stuart Whitman, DeForest Kelley y Janet Leight conforman un veterano reparto de actores que se enfrentan contra la amanaza conejil con la profesionalidad que les caracteriza.
Teniendo en cuenta de que el film es de principios de los años 70, es curioso comprobar como al principio proyectan en plan documental plagas de conejos en Australia, donde vemos como se cazan a cientos de ellos, que escapando se estrellan de forma confusa contra vallas y alambradas. Se supone que nos intentan decir que con tanto conejo, que hay tantos y que crecen tan rápido, que puede ser un factor determinante para que evolucionen a versiones más agigantadas.
¿Qué tendrá que ver que un conejo folle un montón y que se reproduzcan como... conejos? Para que se hagan peligrosos o gigantes. Es como comparar peras con semáforos.
El film pasará a la historia por mostrar conejos asesinos. Por lo demás una monster movie del montoncillo.
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