Tras el gran éxito mundial en 1985 de Re-animator, sus artífices se pusieron manos a la obra para crear otro mega-crack similar en el cine de terror. Stuart Gordon como director, Brian Yuzna como guionista y productor, Jeffrey Combs y Barbara Crampton como actores estrellas(la misma pareja protagonista de Re-animator) decidieron abordar una ambiciosa adaptación de un relato corto de H.P. Lovecraft en el cual un científico inventa una máquina y gracias a ella puede conectar nuestra dimensión con otra superpuesta a la nuestra, llena de monstruos y horrores indescriptibles. La idea es buena. De hecho tras ver el film, hace ya décadas, me procuré el relato de Lovecraft y lo devoré en un rato, pero la decepción fue MAYÚSCULA. En primer lugar el relato mencionado es de lo mas flojos de este autor y no es gran cosa en serio, muy por debajo de sus genialidades y obras maestras. Y segundo porque pocas cosas de dicho relato vi reflejadas en el film. De hecho el film se inspira MUY LEVEMENTE en el relato. Entonces partiendo de la base que las coincidencias del film con el relato son casi anecdóticas debemos concebir dicha película como algo autosuficiente y original, y no basado en... ¿Me explico? Aquí la historia va de un doctor bueno y uno malo que inventan una máquina en una casa abandonada, que emite resonancias que materializan en nuestra dimensión parte de una dimensión desconocida, con monstruos flotantes de instintos muy agresivos. Total que el doctor malo es un pervertido sadomasoquista y pornográfo que muere, y se le acusa al doctor bueno de su muerte, y es internado en un psiquiátrico. Una psiquiátra buenorra pero tímida junto con un poli lo llevan de nuevo a la mansion para descubrir si está realmente loco, pero el doctor pone en marcha la máquina resonadora. A la mujer se le despierta su líbido sexual, al poli se le pone dura y al doctor le saldrá luego un tentáculo en la frente. Entonces además de monstruos de la otra dimensión aparecerá en la mansión el doctor malo VIVO pero convertido en un asqueroso y pervertido monstruo mutante que quiere a toda costa a la psiquiátra para pasarselo bien... Guauuu. Bueno, el relato comprende casi cuatro actos. Un primero a modo de presentación, breve. Un segundo acto, el más interesante, en el que vemos los mejores momentos del film, con monstruos dimensionales, seres mutantes hambrientos de hembras humanas, tetas, locura, etc... El tercer acto comprende en un hospital, en donde el doctor protagonista sufre una exhaltación de la glandula pineal, de tal magnitud e inducida por la máquina de resonancias dimensionales, que le sale un tentáculo en la frente: un tercer ojo nirvánico. Total que todo se reduce a un tipo con bata y ese pingajo colgando de la frente, corriendo por el hospital matando peña. El cuatro acto ocurre en la casa con: la destrucción de la máquina, la salvación de la protagonista y la batalla final gore entre los dos doctores, el bueno y el malo. Realmente el film está muy desbalazado y todos los actos ni discurren de forma homogenea, ni están suficientemente articulados. El tercer acto MATA el film de una forma lamentable y lo destroza. El cuatro acto no tiene un clímax ni espectacular, ni logrado, ya que sus efectos especiales no están a la altura de los grandiosos momentos de FXs del segundo acto. De hecho la pelea de los dos doctores fundidos en un grotesco cuerpo es por momentos ridículo y paródica del género, quitando intenciones al film. En cuanto a las referencias entre este film y Re-animator, son pocas en común. Re-animator tenía un guión excelente, una mejor producción y su tono horror-humor negro estaban muy equilibrados, de forma magistral. En cambio este film adolece de una manofactura inferior en todas sus líneas: menor presupuesto, peores efectos especiales, peores decorados, peor dirección, etc... A niveles gore es inferior, y a niveles sexuales discurre igual, pobremente. Encima el tono humorístico tampoco funciona. Lo peor de todo es que el relato en concreto, el film, se sostiene por sus salvajes momentos de efectos especiales que en algunos puntos IMITAN a los de La Cosa, de John Carpenter. En definitiva es una buena película de terror de mediados de los 80, con mucho monstruo, sangre, efectos especiales y algún culito generoso. La verdad es que vista hoy en día no deja de ser hasta mejor que en su tiempo ya que FUE ENTONCES UNA GRAN DECEPCIÓN, ya que es muy loca, entretenida y hasta divertidilla por lo demencial del imposible cocktail que nos plantean Brian Yuzna y Stuart Gordon. Creo que es un de esos pequeños clásicos que merecen un remake digno. Las escenas del gusano-DUNE en el sótano inundado de la casa son cachondas, como la del monstruo excitado que se quiere "chupar" la tía por la cabeza, como si fuera un sorbete gigante y rubio.
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