Queridas amigas y amigos de dimension fantástica. Aqui regreso de entre los muertos, tras tres semanas de ausencia forzada.
Es asombroso lo que me sucedió...
Fui hace tres semanas al doctor, como mi esposa, para mirar una cosa y tal y resulta que mi mujer me dijo que de paso me pusiera la vacuna antigripal.
Mi madre lo intentó años y años y nunca lo consiguió. Total que si, que no, que si, que no y... ¡PAM! Me pusieron la vacuna de los cojones en el hombro, para no caer enfermo este invierno.
Pero los efectos no fueron los esperados... La puta vacuna me reaccionó como una bomba: fiebres, dolores, diarreas, vomitadas, debilidad... He estado dos semanas muy, pero que muy mal medio muerto en la cama.
A la tercera semana perdí hasta la voz y es ahora cuando la empiezo a recuperar, podeis ver mi lamentable estado y escucharme en la video-review que incluyo en dos partes, por su extensión, en en este post.
Ahora estoy algo mejor, pero de verdad estoy mal. Pondré de nuevo peliculas poco a poco en la medida de mis fuerzas, hasta que esté bien del todo.
Cuando esté realmente recuperado, volveré entonces como una locomotora a dar guerra en este blog. Pero de momento tened paciencia conmigo, que estoy hecho papilla.
Pido disculpas a todas y todos los seguidores y fans del blog por tanto vació y silencio tantas semanas, pero no ha sido porque yo quisiera. Gracias por vuestra comprensión.
Lo que saco en claro es que JAMÁS me volveré a poner una puta vacuna antigripal ni en broma.
Hoy comentaré un film muy interesante, de procedencia cubana, Molina Ferozz, del director Jorge Molina. Se trata de su primer largometraje.
De Jorge Molina, ya sabreis bastante (los buenos seguidores de este blog) ya que he comentado aquí la mayoría de sus cortos.
Molina ferozz es un film realmente muy interesante y que me ha gustado mucho.
Por lo que he leido en internet acerca de este film, en no se que festival, una espectadora, comentó que el film este era basura, pura pornografía, etc...
Esta señora o señorita me recuerda a una hormiga.
Tú pones una hormiga en medio de una calle de New York frente al Empire State Building, y para la hormiga es lo mismo un edificio, ver delante el palo de una escoba o a un árbol: todo son cosas estrechas y altas.
¿Que diablos es capaz de comprender una hormiga? Él que no sabe es como él que no ve, igual.
El culo esta para cagar, y la boca para hablar. Lo que no se puede hacer es echar mierda por la boca, sin razonacimiento y sin tener ni puta idea de lo que se habla.
Molinas ferozz es una buena película por muchos y variados motivos...
Técnicamente el film es impecable: una calidad de imagen excelente, buenos encuadres, buenos movimientos de cámara, un montaje acorde, una continuidad cuidada y sobre todo un uso de la luz muy profesional, inclusive de noche, cosa realmente notable.
Muchos directores amateurs, suelen cagarla en ello: en las escenas nocturnas o de interiores. En ello se demuestra no solo la profesionalidad, sino la técnica y los conocimientos.
¿Qué nos pensabamos? ¿Qué en Cuba solo saben hacer puros? Y un huevo... Este film es una PRUEBA sólida de la capacidad cinematográfica de Cuba, de su profesionalidad y de su saber hacer, mejor que en muchos films españoles de medio pelo, dirigidos por cuatro niñatos recien salidos de las escuelas de cine.
El guión es asi mismo muy interesante, porque tiene multitud de capas y objetivos. No se trata de un guión monocorde o lineal, sino rico en matices y aspectos, lo que habla mucho en su favor.
De entrada el relato es una LIBRE adaptación de el cuento de Caperucita roja: está la jovencita con su capa roja, la abuelita, el cazador, la cestita, el lobo, etc...
Pero recordemos que los hermanos Grimm, recogieron este cuento de la tradición oral de pueblos rurales alemanes, maquillándolos para el gran público y los niños: sin violencia, ni truculencia, etc...
Lo importante siempre en un cuento es la MORALEJA FINAL. Es decir que caperucita debe de tener cuidado cuando va sola, no actuar inconscientemente, no fiarse de nadie, etc... porque en cualquier rincón puede haber un "lobo" acechándola.
En los relatos originales el lobo había devorado y destripado a la abuelita, y se había escondido dentro de su cuerpo. Cuando llega caperucita, su confianza y no estar al loro de la movida, hace que no se enteré de que en realidad es el lobo, que la mata a ella dentro de la casa de la abuelita y se la come también.
Cuando los niños escuchaban semejantes relatos se cagaban de miedo y de eso se trataba: de meter miedo en el cuerpo a los pequeños.
Jorge Molina lo que hace aquí es una interpretación distinta pero cruda y violenta, en donde la abuelita es una hija de puta increible: es una bruja mala, perversa, viciosa, corrupta y que vuelve loco a todo el mundo.
Caperucita tampoco sale bien parada. Es una jovencita que va cachonda perdida, provocando a todo el mundo, calentando al personal y con muchas ganas de probar por primera vez una buena polla.
Caperucita se masturba en su cama a solas, se lo monta con su perro (la película tiene apuntes potentes) y cuando la abuela la descubre y la castiga azotándola, resulta que caperucita se pone cachonda con los golpes. ¡Que cachonda la colega! ¡Cómo le va la marcha! ¡Si caperucita de repente aparece en el cuento de los tres cerditos, se los folla a todos! HAHAHAHAHA...
Total que tenemos personajes muy diferentes, en una historia rural en donde los aislados habitantes de unos campos viven problemas, enfrentamientos, pasiones, etc...
Esa historia rural desgrana también apuntes acerca de como esas personas viven su espiritualidad: mediante brujería, santería, rituales paganos, etc... Algo habitual en regiones remotas y primitivas.
La madre de caperucita hace rituales, la abuela maldiciones y hasta el cazador se rodea de calaveras en su cabaña y se baña en sangre humana desnudo, antes de matar a un cabra.
El incesto es algo habitual en esta historia: el padre sodomiza de cuando en cuando a su hijo retrasado mental, el hermano se masturba viendo a su hermana y hasta hay apuntes de cierta relación abuela-hijo.
El conjunto es llevado al extremo: hay desnudos, hay gore, escenas de sexo, violaciones, masturbaciones y hasta un pene llena la pantalla, mientras sale del mismo su aguita amarilla, como decía aquella canción de Los toreros muertos.
Pero sinceramente esto no es pornografía, como decía aquella mujer que he comentado. Es cine para adultos, crudo, realista e intenso. No es una mariconada hecha para todos los públicos y con un mercado potencial de niños de siete años y cinco gilipollas que les encanta coleccionar los juguetes de los Happy meals.
Comentaré una anécdota... Un salvadoreño que vive aqui en Estados Unidos, vivía hace ya muchos años en una zona de la frontera de El salvador con Guatemala.
Me contó que allá en medio de la nada, en donde vivía, en un medio rural absoluto, vivía una familia, que tenía tres hijos. La hija de unos quince añós se lo montaba con sus hermanos de doce años o por ahí. Y no eran los hermanos que buscaran a la hermana sino al revés: la hermana era la que los perseguía todo el día para que le dieran guerra.
Otros chavales de la zona a veces los veían en los bosques dale que te pego... Ese salvadoreño ahora de unos cuarenta años, era uno de esos chicos, veintipico años atrás, que veía a esos hermanos y hermanas metidos en materia.
A lo que voy es es que eso es el mundo real. Esas cosas pasan en el mundo sean lógicas o no. Sean tolerables o no. Y eso es un poco lo que pasa en esta película: muestra una realidad rural y cruda que para nada se tiene que corresponder con la del mundo civilizado, moderno o urbano.
Para mí esto es claro: si tienes solo una bala en la recamara de tu pistola no te la juegues. Tira a matar, no especules.
Con esto me refiero que si Jorge Molina tiene solo UNA ÚNICA OPORTUNIDAD de hacer un film, su primer film, no te la juegues haciendo lo que hace todo el mundo: o una comedia tontorrona, o un dramilla de medio pelo, o un film de terror infumable. Todo eso son mierdas de las que todo el mundo se olvida al dia siguiente.
No hay que hacer esos coñazos, esos bodrios absolutos de lo que la gente dirá: "Es mas de lo mismo, pero hecho en Cuba"
Pero aquí hay el valor, las agallas y los cojones de apostar por una línea opuesta a lo convecional: no vamos a deleitar sino a provocar. No venimos a jugar, sino a pegar fuerte. Y en eso gana este film de calle: está hecho a contracorriente, sin espíritu comercial o para complacer públicos idiotizados o críticos de cine mas ciegos que un topo con cataratas.
La película tiene por otro lado un marcado componente fantástico: la madre narra un hecho en donde un hombre lobo atacó a la familia. ¿Es real? ¿Es inventado? ¿El origen de los mitos vienen de ciertas invenciones como esa, o de cosas que pasaron de verdad, pero a medias? ¿Es el monstruo el hombre?
Pero es que además la película tiene referencias visuales deliciosas a muchos films del cine clásico japonés, como Onibaba (gran clásico que un día de estos comentaré en el blog) o al cine argentino, como la escena en que caperucita se baña, que me recuerda un huevo a la del mito erótico Isabel Sarli en el film Embrujada (1969).
Si es que hasta cuando el cazador pega un golpe con su hacha (al final de la película), le puedes cambiar el hacha imaginariamente por una katana y... ¡Joder: parece que está pegando un espadazo con una katana japonesa de los samurais!
Muy sabrosos los apuntes cinéfilos con los que Jorge Molina, enamorado del cine, condimenta esta producción.
La película, garantizo, no dejará indiferente a nadie. A mí me gustó mucho, y tiene algo fresco, diferente, fuera del uso común. Yo la recomiendo. Habrá gente a la que le guste y puede que a otra gente no, pero para eso están los gustos. Pero de verdad, para nada es una mala película.
La pregunta que cabe hacerse es si comprendemos que el cuento de Caperucita roja tiene su moraleja. ¿Cuál es la moraleja de este cuento que nos ofrece Jorge Molina?
Es asombroso lo que me sucedió...
Fui hace tres semanas al doctor, como mi esposa, para mirar una cosa y tal y resulta que mi mujer me dijo que de paso me pusiera la vacuna antigripal.
Mi madre lo intentó años y años y nunca lo consiguió. Total que si, que no, que si, que no y... ¡PAM! Me pusieron la vacuna de los cojones en el hombro, para no caer enfermo este invierno.
Pero los efectos no fueron los esperados... La puta vacuna me reaccionó como una bomba: fiebres, dolores, diarreas, vomitadas, debilidad... He estado dos semanas muy, pero que muy mal medio muerto en la cama.
A la tercera semana perdí hasta la voz y es ahora cuando la empiezo a recuperar, podeis ver mi lamentable estado y escucharme en la video-review que incluyo en dos partes, por su extensión, en en este post.
Ahora estoy algo mejor, pero de verdad estoy mal. Pondré de nuevo peliculas poco a poco en la medida de mis fuerzas, hasta que esté bien del todo.
Cuando esté realmente recuperado, volveré entonces como una locomotora a dar guerra en este blog. Pero de momento tened paciencia conmigo, que estoy hecho papilla.
Pido disculpas a todas y todos los seguidores y fans del blog por tanto vació y silencio tantas semanas, pero no ha sido porque yo quisiera. Gracias por vuestra comprensión.
Lo que saco en claro es que JAMÁS me volveré a poner una puta vacuna antigripal ni en broma.
Hoy comentaré un film muy interesante, de procedencia cubana, Molina Ferozz, del director Jorge Molina. Se trata de su primer largometraje.
De Jorge Molina, ya sabreis bastante (los buenos seguidores de este blog) ya que he comentado aquí la mayoría de sus cortos.
Molina ferozz es un film realmente muy interesante y que me ha gustado mucho.
Por lo que he leido en internet acerca de este film, en no se que festival, una espectadora, comentó que el film este era basura, pura pornografía, etc...
Esta señora o señorita me recuerda a una hormiga.
Tú pones una hormiga en medio de una calle de New York frente al Empire State Building, y para la hormiga es lo mismo un edificio, ver delante el palo de una escoba o a un árbol: todo son cosas estrechas y altas.
¿Que diablos es capaz de comprender una hormiga? Él que no sabe es como él que no ve, igual.
El culo esta para cagar, y la boca para hablar. Lo que no se puede hacer es echar mierda por la boca, sin razonacimiento y sin tener ni puta idea de lo que se habla.
Molinas ferozz es una buena película por muchos y variados motivos...
Técnicamente el film es impecable: una calidad de imagen excelente, buenos encuadres, buenos movimientos de cámara, un montaje acorde, una continuidad cuidada y sobre todo un uso de la luz muy profesional, inclusive de noche, cosa realmente notable.
Muchos directores amateurs, suelen cagarla en ello: en las escenas nocturnas o de interiores. En ello se demuestra no solo la profesionalidad, sino la técnica y los conocimientos.
¿Qué nos pensabamos? ¿Qué en Cuba solo saben hacer puros? Y un huevo... Este film es una PRUEBA sólida de la capacidad cinematográfica de Cuba, de su profesionalidad y de su saber hacer, mejor que en muchos films españoles de medio pelo, dirigidos por cuatro niñatos recien salidos de las escuelas de cine.
El guión es asi mismo muy interesante, porque tiene multitud de capas y objetivos. No se trata de un guión monocorde o lineal, sino rico en matices y aspectos, lo que habla mucho en su favor.
De entrada el relato es una LIBRE adaptación de el cuento de Caperucita roja: está la jovencita con su capa roja, la abuelita, el cazador, la cestita, el lobo, etc...
Pero recordemos que los hermanos Grimm, recogieron este cuento de la tradición oral de pueblos rurales alemanes, maquillándolos para el gran público y los niños: sin violencia, ni truculencia, etc...
Lo importante siempre en un cuento es la MORALEJA FINAL. Es decir que caperucita debe de tener cuidado cuando va sola, no actuar inconscientemente, no fiarse de nadie, etc... porque en cualquier rincón puede haber un "lobo" acechándola.
En los relatos originales el lobo había devorado y destripado a la abuelita, y se había escondido dentro de su cuerpo. Cuando llega caperucita, su confianza y no estar al loro de la movida, hace que no se enteré de que en realidad es el lobo, que la mata a ella dentro de la casa de la abuelita y se la come también.
Cuando los niños escuchaban semejantes relatos se cagaban de miedo y de eso se trataba: de meter miedo en el cuerpo a los pequeños.
Jorge Molina lo que hace aquí es una interpretación distinta pero cruda y violenta, en donde la abuelita es una hija de puta increible: es una bruja mala, perversa, viciosa, corrupta y que vuelve loco a todo el mundo.
Caperucita tampoco sale bien parada. Es una jovencita que va cachonda perdida, provocando a todo el mundo, calentando al personal y con muchas ganas de probar por primera vez una buena polla.
Caperucita se masturba en su cama a solas, se lo monta con su perro (la película tiene apuntes potentes) y cuando la abuela la descubre y la castiga azotándola, resulta que caperucita se pone cachonda con los golpes. ¡Que cachonda la colega! ¡Cómo le va la marcha! ¡Si caperucita de repente aparece en el cuento de los tres cerditos, se los folla a todos! HAHAHAHAHA...
Total que tenemos personajes muy diferentes, en una historia rural en donde los aislados habitantes de unos campos viven problemas, enfrentamientos, pasiones, etc...
Esa historia rural desgrana también apuntes acerca de como esas personas viven su espiritualidad: mediante brujería, santería, rituales paganos, etc... Algo habitual en regiones remotas y primitivas.
La madre de caperucita hace rituales, la abuela maldiciones y hasta el cazador se rodea de calaveras en su cabaña y se baña en sangre humana desnudo, antes de matar a un cabra.
El incesto es algo habitual en esta historia: el padre sodomiza de cuando en cuando a su hijo retrasado mental, el hermano se masturba viendo a su hermana y hasta hay apuntes de cierta relación abuela-hijo.
El conjunto es llevado al extremo: hay desnudos, hay gore, escenas de sexo, violaciones, masturbaciones y hasta un pene llena la pantalla, mientras sale del mismo su aguita amarilla, como decía aquella canción de Los toreros muertos.
Pero sinceramente esto no es pornografía, como decía aquella mujer que he comentado. Es cine para adultos, crudo, realista e intenso. No es una mariconada hecha para todos los públicos y con un mercado potencial de niños de siete años y cinco gilipollas que les encanta coleccionar los juguetes de los Happy meals.
Comentaré una anécdota... Un salvadoreño que vive aqui en Estados Unidos, vivía hace ya muchos años en una zona de la frontera de El salvador con Guatemala.
Me contó que allá en medio de la nada, en donde vivía, en un medio rural absoluto, vivía una familia, que tenía tres hijos. La hija de unos quince añós se lo montaba con sus hermanos de doce años o por ahí. Y no eran los hermanos que buscaran a la hermana sino al revés: la hermana era la que los perseguía todo el día para que le dieran guerra.
Otros chavales de la zona a veces los veían en los bosques dale que te pego... Ese salvadoreño ahora de unos cuarenta años, era uno de esos chicos, veintipico años atrás, que veía a esos hermanos y hermanas metidos en materia.
A lo que voy es es que eso es el mundo real. Esas cosas pasan en el mundo sean lógicas o no. Sean tolerables o no. Y eso es un poco lo que pasa en esta película: muestra una realidad rural y cruda que para nada se tiene que corresponder con la del mundo civilizado, moderno o urbano.
Para mí esto es claro: si tienes solo una bala en la recamara de tu pistola no te la juegues. Tira a matar, no especules.
Con esto me refiero que si Jorge Molina tiene solo UNA ÚNICA OPORTUNIDAD de hacer un film, su primer film, no te la juegues haciendo lo que hace todo el mundo: o una comedia tontorrona, o un dramilla de medio pelo, o un film de terror infumable. Todo eso son mierdas de las que todo el mundo se olvida al dia siguiente.
No hay que hacer esos coñazos, esos bodrios absolutos de lo que la gente dirá: "Es mas de lo mismo, pero hecho en Cuba"
Pero aquí hay el valor, las agallas y los cojones de apostar por una línea opuesta a lo convecional: no vamos a deleitar sino a provocar. No venimos a jugar, sino a pegar fuerte. Y en eso gana este film de calle: está hecho a contracorriente, sin espíritu comercial o para complacer públicos idiotizados o críticos de cine mas ciegos que un topo con cataratas.
La película tiene por otro lado un marcado componente fantástico: la madre narra un hecho en donde un hombre lobo atacó a la familia. ¿Es real? ¿Es inventado? ¿El origen de los mitos vienen de ciertas invenciones como esa, o de cosas que pasaron de verdad, pero a medias? ¿Es el monstruo el hombre?
Pero es que además la película tiene referencias visuales deliciosas a muchos films del cine clásico japonés, como Onibaba (gran clásico que un día de estos comentaré en el blog) o al cine argentino, como la escena en que caperucita se baña, que me recuerda un huevo a la del mito erótico Isabel Sarli en el film Embrujada (1969).
Si es que hasta cuando el cazador pega un golpe con su hacha (al final de la película), le puedes cambiar el hacha imaginariamente por una katana y... ¡Joder: parece que está pegando un espadazo con una katana japonesa de los samurais!
Muy sabrosos los apuntes cinéfilos con los que Jorge Molina, enamorado del cine, condimenta esta producción.
La película, garantizo, no dejará indiferente a nadie. A mí me gustó mucho, y tiene algo fresco, diferente, fuera del uso común. Yo la recomiendo. Habrá gente a la que le guste y puede que a otra gente no, pero para eso están los gustos. Pero de verdad, para nada es una mala película.
La pregunta que cabe hacerse es si comprendemos que el cuento de Caperucita roja tiene su moraleja. ¿Cuál es la moraleja de este cuento que nos ofrece Jorge Molina?
Nombres en otros paises:
Cuban little red
The wild red riding hood
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