Hablar del gran hermano es algo apasionante para mí y a la vez especial.
Al llegar a un nuevo milenio, al cacareado siglo XXI la televisión en España sufrió dos revoluciones como no se habían visto en muchas décadas: Operación Triunfo, cuya primera edición fue tan genial como inolvidable.
Algo fué verdad. Una persona dijo que Operación Triunfó había hecho algo casi histórico: que TODA LA FAMILIA, hijos, nietos, padres, abuelos, hermanos y tios se quedaran juntos enganchados a la mezcla de programa de talentos musicales, canciones y gran hermano. La combinación fue un bombazo, convenció y fué de un éxito terrible. Un 44.2% de share para la cadena que lo emitió, con millones y millones de espectadores pegados a la pantalla. ¡VAYA PELOTAZO!
Pero la otra revolución fue Gran Hermano, o Big brother como se le conoce en paises anglosajones.
Basicamente consiste en encerrar en una gran casa a un dispar grupo de personas, sin contacto al exterior durante 3 meses. Con infinidad de cámaras y micrófonos contemplabamos sus conversaciones, peleas, alegrías, tonterías e interacciones.
Yo, personalmente no iba a ver Gran Hermano, pero algo sucedió en mi vida, pero antes debo de retroceder 10 años al pasado, a 1990.
Estoy que os voy a contar es tan personal como verídico. Vosotras sois mis amigas, y vosotros mis colegas, así que nada tengo que esconder ni de que avergonzarme, ni tampoco tengo que mentir o inventar. Todo lo que me pasó sucedió.
En 1990 viví una hermosa historia de amor.
Ella se llamaba Lidia Peña: era la chica mas guapa del instituto con diferencia. Alta, atlética, unos ojos de pantera hipnóticos, una sonrisa enorme, y una voz lenta, grave, pero de una sensualidad aterradora. Una voz que te hechizaba. Cerrabas los ojos, Lidia te hablaba, y sus palabras acariciaban tu cuerpo y tu mente como si fueran resbaladizas serpientes.
Una chica así no estaba con un matado cualquiera. Cientos de tipos soñaban con amarla, con poseerla, pero ella tenía un novio con trabajo, mayor que ella, con su deportivo, un tio hecho y derecho y con dinero.
Ella no cogía el autobús escolar como los otros chicos y chicas del instituto, sino venia a buscarla puntualmente su maromo con su coche ruidoso. Él fardaba de coche y de chica. Podía permitirse ese lujo.
Total que sucedieron dos cosas: un concurso literario y un amigo me pidió ayuda.
El concurso subvencionado por un banco, premiaba con un lote de libros al cuento mas original del instituto y se iba a publicar no se en donde.
Total que me puse manos a la obra y me marqué varios parámetros: no sexo, insultos los justos y que diera lugar a la reflexión. Todo cuento siempre tiene una moraleja, un mensaje, y el mio iba a tenerlo.
En aquellos tiempos los amores iban y venían en mi vida. Me llevaba mas palos que caramelos, pero era joven e iba aprendido por la via dura como eran las cosas en el mundo real, pero en el fondo era muy romántico, ingenuo e idealista. ¿Quién ha dicho que las chicas son solo románticas? ¡Los hombres somos sensibles, tenemos sentimientos y podemos ser muy románticos!
Total que mi cuento era un canto a la vida y al amor. Un chico plantea suicidarse, y decide hacerlo en su clase, secuestrándola por completo. Quiere matarse porque está harto de la vida, pero se quiere ir haciendo ruido.
La policía rodea el lugar, él no tiene escapatoria, y se va desarrollando el drama. Total que en donde menos lo esperaba, en una chica que nunca le hizo caso, se va desarrollando un diálogo, un porque si y porque no, y porque merece la pena vivir y porque no. Él quiere matarse pero ella lucha dialécticamente para convencerlo de que no lo haga.
Esa idea la saqué de Watchmen, el comic de Alan Moore. Cuando el Dr Manhattan se lleva a Marte a Laurie ella le intenta convencer de que merece la pena salvar a la especie humana, pero el Dr Manhattan da razonamientos fríos y lógicos de porque debe de permanecer al margen.
Pues algo parecido quería hacer: el chico suicida sería el Dr Manhattan y la chica que le intenta convencer que no se mate sería Laurie salvando las distancias.
Pero en el cuento (del que desgraciadamente no poseo copia alguna) hablé de la vida, del amor, del desengaño, de la sociedad, de la hipocresía, etc...
Al final el chico se entrega, no se mata, la clase es liberada y algo nuevo y hermoso surge entre él y ella.
Mi cuento ganó. Y un profesor de literatura me lo comunicó con rabia: "No lo merecías pero has ganado. Porque todos los cuentos que se han presentado eran demasiado malos"
Menudo hijo de puta. Nunca olvidaré esas palabras. Total que nunca me dieron tampoco el lote de libros. Y ahí quedó la cosa... o eso yo pensaba.
Total que un amigo me pidió ayuda. Su padre tenía un restaurante en el que hacía muchos pollos asados, y yo le llamaba a él Raul el pollo. "¡Vamos pollo!" le decía yo.
El tipo era un gran colega mío. ¡Hasta un día me enseñó en su habitación su secreto mejor guardado! ¡Una muñeca hinchable! ¡La hostia!¡Nunca había visto una! Pero os prometo que no me la follé, solo le toqué las tetas... HAHAHHAAHAAA...
Total que él me pidió un gran favor, algo peor que conquistar la cumbre del Himalaya, que bajar a pulmón nadando hasta el fondo de la fosa de las marianas: el colega quería enrollarse con Lidia.
Se me desencajó la boca. ¿Pero era tonto o qué? ¡Yo también querría salir con ella, no te jode! ¡Todo el puto instituto quería salir con ella! ¿Qué clase de disparate era ese? Ella era INALCANZABLE. Era misión imposible. Vamos, que ni James Bond era capaz de enrollarsela.
Total que no hay nada que el dinero no pueda. Hahahahaha... Y puse precio a Lidia. ¡Os lo juro! Le dije algo así al pollo:
"Vamos a hacer algo. Te ayudaré a conquistarla, pero eso cuesta dinero. Yo soy un profesional que me enrollo a todas las turistas que haga falta, tú ya lo sabes: alemanas y holándesas sobre todo, porque les encanta follar. ¡Son unas viciosas! Pero no hay nada imposible. Tú sigue mis consejos y con un poco de suerte acabará siendo tuya. No te lo puedo prometer pero me pondré las pilas"
"¿Qué quieres a cambio?" Me preguntó el pollo.
"Bocatas, refrescos, donuts, pipas, helados, ganchitos y todo lo que se me antoje en los recreos. Vamos: buffet libre"
"Hecho" Dijo raul y ahí se hizo un pacto de caballeros que jodí pero bien y en el que la vida me enseñó una buena lección.
La cosa es que me tome el asunto en serio. Me compré un libro de como ligar chicas. Le pedí consejo a mi padre, a un amigo mio puretón que era un putero de cuidado, a un surfista colega mio que era un crack con las chicas, etc... Entre todo ello y leyendo con cuidado comics de Conan el bárbaro(no olvideis que es el héroe de comics que mas ha follado de toda la historia, no como el mojigato Spiderman o el puritano Superman) me elaboré una estrategia, en el que James Bond sobre todo tuvo mucho que ver.
Soy un fanático de sus films, y los he visto cada uno incontables veces. Me los se de memoria todos. Y me puse yo rollo Sean Connery. Fanfarrón, audaz y seguro de mi mismo. Vamos, con los dos cojones bien puestos como los que tiene un torero antes de saltar al ruedo. HAHAHAHA...
Y me fuí directo a por ella. Ella estaba con su prima, que no me podía ni ver, y otras amigas, siempre en grupo y yo solo me metí en medio de la laguna llena de pirañas. Las chicas flipaban: "¿De dónde ha salido este marciano?"
Y basicamente les dije que no tenía amigas, que estaba aburrido y si me podía unir a ellas para pasar el rato de buen rollo. Entonces muy seguro de mi mismo empecé a contar chistes, chorradas y tonterías. Ellas sentadas en un murito me miraban entre carcajadas mientras yo delante de ellas hacía de "humorista" y hacía cada numerito de cuidado.
Me gané la confianza de ellas y me aceptaron por payaso. Era un buen tipo, muy gracioso y ellas se reían con mis paridas y gilipolladas. La cuestión era entrar como un zorro dentro del gallinero.
Y Raul me pagaba los helados emocionado. ¡Había conseguido hacerme amigo de Lidia!
Ahora debía de introducir poco a poco a Raul a las chicas, y meterlo en el grupo, y de paso lavarle disimuladamente el cerebro a Lidia, como un buen amigo, para hacerle ver que Raul era el chico perfecto para ella. Ese era mi plan, pero como ya sabeis: no existen planes perfectos nada mas que en las películas.
Raul estaba siempre cortado y bloqueado. Yo parecía la gallina caponata haciendo gansadas todo el día frente a las chicas y joder, Raul no terminaba de reaccionar, y un día me apareció mi amigo con un anillo de oro para ella.
Quería que se lo diera en su nombre y yo flipaba. ¡Se iban a descubrir las cartas! Y así hice, y le expliqué a Lidia que raul estaba muy enamorado de ella (como todo el instituto) y ella rechazó el anillo.
A Raul se le rompió el corazón cuando le devolví el anillo. Y entonces acabó el curso. Y todos nos despedimos, hasta dentro de tres meses.
Tres meses mas tarde comenzó un nuevo curso y asombrosamente Lidia me tocó en mi clase. Cuando vi las listas de alumnos de cada clase, lo primero que hice fué buscar su nombre, y cuando descubrí que me tocó conmigo salté de alegría.
Y ella me abrazó, me dio besos y me pidió... ¡Sentarse conmigo! Los dos hicimos pareja de pupitres, y teniamos muy buen rollo. Eramos muy amigos y nos ayudabamos y tal. Fueron tiempos geniales, y un día le cogí una de sus libretas de apuntes de lo que fuera y descubrí... Un corazón atravesado con una flecha en el que estaba su nombre y el mio. Aquello me dejó petrificado.
Al acabar las clases, ese mismo día, hablé con ella, le dije que la amaba y la besé en sus labios.
No podía entender como era posible que ella quisiera estar con un perdedor como yo, con un tipo tan marciano, pero entonces ella me conto algo que me dejó boquiabierto.
Ella habia leido hacía meses atrás el cuento mio, él que ganó el concurso, y se quedó fascinada conmigo, por mi sensibilidad, por mi pasion y por mi inteligencia al escribir todo aquello.
Un cuento, conquistó la chica mas guapa del instituto.
Raul se enteró y como no, hablé con él.
Él me dijo: "Por amistad tenías que haberla rechazado, porque sabes que me haces daño con eso. Pienso que me has tomado el pelo y me has engañado. En realidad te la estabas enrollando para ti"
Yo nunca me la quise ligar, esa es la verdad. Lo que hice lo hice por Raul, pero quien iba a suponer que meses mas tarde esa chica se iba a enamorar de mi. ¿Qué la rechazar? ¿Estaba él loco o qué? Se que eso me costó una amistad, y romper un pacto, pero nada está por encima del amor.
Y ese amor sucedió... Durante meses la cosa fué muy hermosa, pero el destino pegó un giro terrible. Cuando mejor estabamos y el futuro era nuestro, ella desapareció.
La historia nunca me quedo muy clara. Según ella su padre y su madre debían irse a vivir a otra ciudad, como a 100 kilómetros. Total que la prima de ella que la verdad que no me tenía mucha simpatía pero me al final toleraba, vino a verme y me entregó una carta de Lidia.
Como lloré aquel día... hasta aquella chica se puso triste al verme.
Pero el destino me tenía preparada otra gamba de cuidado. A mí padre le fueron mal los negocios, se le fueron a la mierda, quebró financieramente y nos tuvimos que ir a vivir a miles de kilómetros de distancia para comenzar otra vida.
Aquello fué un shock. Irme a otro país, hablar otro idioma, etc... y todo con el corazón partido en dos. No podía sacarme de la cabeza aquellos ojos de pantera. No paraba de recordar su voz.
Y entonces me llegó una carta de ella, o tal vez fue por teléfono no lo recuerdo bien (eso fué hace ya dos décadas), que me dijo que tenía un nuevo novio y que hiciera mi vida. Ahora pienso que pudo ser cierto. Y puede que no. Tal vez sabía ella que la distancia, tran grande y la situación que vivía, hacía inviable nuestro reencuentro a corto o a medio plazo, y menos de una forma estable y juntos.
Igual ella fué una mujer inteligente y decidió que lo mejor para ambas partes aquello se acabara, y para que yo no le llorara o suplicara mil veces, se inventó la historia de un novio.
O igual ella, sabiendo que nuestra relación nunca mas volvería a ser, decidió continuar logicamente con su vida y se buscó otro chico. Lo entiendo.
Y pasaron diez años... Toda una década.
Y un en aquel momento de mi vida, no estaba ni bien ni mal. Tenía mi dinero, mi trabajo, mi vida, pero lejos de acomodarme quería algo nuevo y excitante y tras haberme acostumbrado a vivir en muchas partes, era culo de mal asiento y quería... ¡Irme a otro país!
Había tenido la oportunidad de trabajar en el sur de Australia, e incluso me habían mandado un contrato de trabajo desde unas éxoticas islas del caribe (no diré cuales, porque ya diría que si soy un fantasma o un mentiroso, pero puedo decir que así fué) que total que sentía que tenía todo el puto mundo abierto delante mio.
Y tenía un amigo que se llamaba Juan (en el país donde había vivido 10 años atrás), y era muy amigo de él. Habiamos mantenido una relación bastante buena durante muchos años y le propuse salir de la rutinaria vida que tenía e irse conmigo a la aventura. Y a él le interesó la idea...
Pero había un problema: el dinero. Para hacer frente a una empresa así hacía falta bastante dinero para empezar en otra parte y la verdad que tenía fondos pero no tantos. Así que él tenía dinero y le propuse que él costeara todo, pero luego le devolvería sin problema poco a poco mi parte. Él aceptó.
La idea fué madurando y las conversaciones fueron mas detallasdas y concretas entre Juan y yo. Hasta que digamos, él se me echó para atrás. No quería romper con su vida, y quería seguir con su historia. Ok. Pero él se comprometió a dejarme dinero para irme yo a otro país. Dinero que como no, le devolvería. En eso os garantizo que tengo palabra.
Total que le dije a Juan que si estaba mal de dinero, que si dudaba de mí o si no se sentía cómodo con la idea, que no me dejara el dinero. No pasaba nada. Seguiriamos siendo amigos, porque la amistad está por encima de todo.
Total que me propusó hacer una vacaciones. Juan me envió dinero, pasajes y me propuso viajar donde estaba él, para pasar unas vacaciones invitado. Así nos reencontrariamos y como hablamos claramente, él me prestaría el dinero.
Me sabia mal. Pagarme unas vaciones y prestarme encima bastante dinero. Era doble desembolso para él, y veces y veces le dije que no hacía falta tanto. Pero él hablaba con la boca grande, que no había problema de nada y que el dinero era lo de menos.
Y agarré un avión vole horas y horas y me abracé en un aeropuerto con mi amigo Juan. Fue un gran reencuentro. Parecía que no habían pasado 10 años desde que me había ido.
Y me amigo tenía reservado para mí un apartamento en un complejo turistico que estaba de puta madre. Y así me pasé los días: por la mañana a la playita, luego me echaba la siesta, mas tarde iba a cenar con Juan a los mejores restaurantes (siempre pagaba él) y luego de marcha a las discotecas y clubs. Así fué día tras día.
Juan me introdujo con sua amigos: unos motoristas macarras, rollo Angeles del infierno, que iban armados. La primera noche en la discoteca (yo era un turista) me tocaron las pelotas unos capullos medio borrachos pero tenía mis "ángeles" alrededor y la cosa (no explicaré esa parte) fue muy intensa y emocionante. ¡Al final hasta nos reiamos!
Y entonces Juan me explicó que Lidia había regresado ahí. Habían pasado 10 años, lo se, pero el corazón me volvió a latir con fuerza. ¿Era tonto, un necio? Juzgadme vosotros mismos.
Pero coincidencias de la vida (y esa fué una grande) ella se iba a casar en pocos días con no se quien. ¡A CASAR!
Pero yo siempre he sido y soy un caballero. Lidia tenía su vida, sus ilusiones, sus proyectos, se iba a casar con un hombre que amaba y eso lo respeto al 100%. Ahí no tenía nada que hacer, y por respeto tampoco hubiera querido si se me hubiera dado pie a ello.
Pero eso no quita que la fuera a ver como amigo. Quería saludarla, tomarme una coca cola con ella en un bar, contarnos lo que fué nuestras vidas en todos esos años, cambiarnos emails y de cuando en cuando escribirnos como amigos.
Pero ella cuando supo que estaba ahí no quiso verme por nada del mundo. No quería. Eso me desconcertó. No quería nada con ella (aunque la amaba mucho) y no pretendía reconquistarla, ni joderle su boda. Solo quería verla como amigo. Pero ni eso ella quiso: sus motivos tendría.
Y mis vacaciones gratis de puta madre se volvieron terriblemente tristes. Una enorme melancolía se apoderó de mí, desconcertado por ese rechazo, sin encontrar una explicación a ello y no quería salir de mi apartamento.
Y veía todo el día la televisión y... Gran hermano, la primera edición.
Aquella gente me fascinó. LLenaron la tristeza que sufría y viví con todo mi corazón aquel reality show. Me enganchó y me entretuvo mucho. Gran hermano, un reality show, me ayudó mucho en aquellos momentos.
Koldo me parecía un tipo auténtico, sincero y directo. No era un gilipollas, pero su sinceridad a veces le creaban ciertas antipatías.
Jorge, el militar, era un despelote absoluto. ¿Quién no podría ser amigo de un tipo así? Era exagerado, emocional, pasional, absurdo, pero en el fondo encantador. Es de esa clase de amigos que sabes que nunca te va a fallar.
Iñigo comiéndose los mocos todo el día. ¡Que asco!
En cambio Ivan me parecía un tipo muy astuto. Era un tipo que había vivido mundo, inteligente y con experiencia, y el tipo prefería estar en segundo plano. Pero se veía que Ivan era un tipo auténtico, como buen asturiano.
Y luego estaba Vanessa Pascual Alfaro, la chica de la panadería. Me parecía la chica mas guapa, autentica e interesante del concurso. Pasó bastante desapercibida, se la cargaron a la cuarta semana de concurso, pero me convenció mucho. Tiene un aire a Lidia, bastante, pero Lidia (como no) diez años atrás era muchísimo mas guapa.
Yo creó que sentía fascinación con Vanessa porque me recordaba a Lidia, aquel amor del pasado que me había mandado a hacer gárgaras en aquel presente.
¿Cómo acabó todo?
Pues los planes de mi amigo eran otros. Nada de lo que habiamos hablado claramente muchas veces. Quería tenerme a cuerpo de rey para convencerme que me quedara a vivir en aquel lugar de nuevo, y estar juntos como amigos. Me pagaría un apartamento, coche, me ayudaría a conseguir un trabajo, etc...
Pero por nada del mundo quería volver a vivir en ese lugar. Quería irme a otro continente, a otro país, a otro mundo.
Y entonces cuando hablé del dinero que acordamos me llamó hijo de puta y me dijo:
"Después de pagarte todo esto. De costearte estas vacaciones y de proponerte ayudarte a comenzar una nueva vida aquí, ¿Aún quieres mi dinero? Eres un hijo de puta"
Aquello me descolocó mucho. No os podeis imaginar esa sensación. No fue nada, pero nada divertido. No me sentí mal por no tener el dinero, eso era lo de menos, sino por sentirme engañado.
Si yo hubiera sabido que no me iba a prestar el dinero, nunca hubiera accedido a pasar esas vacaciones gratis, de verdad. No tengo tanta cara para ello. Pero él me dijo que debía de viajar hasta ahí, para darme luego el dinero. Así fue acordado.
Ese amigo me engañó y planeó la estrategia de encandilarme en aquel lugar, para que me quedara ahí. Nunca tuvo la intención de prestarme el dinero para irme yo a otro país. Solo me lo hubiera prestado si hubiera decido quedarme cerca de él.
Y asi me fuí: triste, en cierta forma avergonzado y humillado, mientras el tipo no paraba de chillarme en la terminal del aeropuerto llamándo veces y mas veces hijo de puta y mil cosas mas. Fueron las peores vacaciones de mi vida. Gratis, debo de reconocer, pero las peores.
Perdí un buen amigo, Lidia no quiso saber nada de mí, pero encontré calor, amistad, refugio y cariño dentro de la casa de Gran Hermano.
Aquel concurso me llenó no solo como entretenimiento, sino por todo lo que he explicado, a nivel emocional. Me ayudó en mi soledad y tristeza a levantarme. Los chicos y chicas de Gran Hermano me apoyaron y cada vez que Vanessa sonreía en la casa, yo tambien sonreía. Me sentía uno mas dentro de la casa.
Y explicado todo esto, tiempo mas tarde llegó un film de los concursantes de gran hermano.
Basicamente es una gran broma, inocentada o cámara oculta.
Eran tan famosos en aquel tiempo, eran invitados a discotecas, hoteles, inaguraciones,. festejos, etc... que en una de esas los mandaron a inagurar pasando unos días en un hotel de lujo perdido en medio de la montaña.
La inocentada es que la zona es rodeada por militares y les hacen creer que ha caido un objeto del espacio: ¡UN OVNI! Y la verdad es que bastantes de ellos cayeron en la trampa como conejos, y se creyeron la movida.
La película se puede definir que sirve como documento nostálgico para los que como yo, recuerdan con cariño aquella primera edición de Gran Hermano, pero a la vez como gran broma la verdad es que es bastante curiosa. ¡Ver reacciones reales de personas ante semejante suceso!
Muchos califican de este film de una verdadera mierda. Pueden que tengan sus razones, pero la verdad es que hace poco me lo he vuelto a ver para tenerlo fresco para hacer esta review, y siendo sincero me lo pasé muy bien.
La película me entretuvo y me hizo recordar aquellos tiempos del primer Gran Hermano, de Lidia, de Juan y de aquellas inolvidables vacaciones. Es imposible separar todo aquello: esos recuerdos, esas emociones y ese programa de televisión de este film.
Gracias por haberme aguantado todo este rollo, los que hayan llegado hasta esta línea. ¡Os va va el sadomasoquismo duro! HAHAHAHAHAHAHA... ¿Sabeis que acabo de ver en mi mente al reirme ahora con esta parida? A ese chico que gastaba bromas y mas bromas sin parar ante una chicas en el patio de un instituto, durante los recreos.
Gracias a todas y a todos por haber leido todo lo que os he contado. Compartir todo eso con vosotras y vosotras me hace sentir mejor y en cierta forma me ha quitado cierto peso de encima. Me siento mejor tras haber contado esto, que nunca le había contado a nadie hasta ahora.
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