El aullido del diablo, pese a ser una producción de los 80, es uno de los títulos menos conocidos de la filmografía de Jacinto Molina, conocido internacionalmente como paul Naschy.
Es una película muy especial por muchas razones, que terminan convirtiéndola en un film de culto, lleno de atractivos y hallazgos.
Pero la película a su vez falla en muchos aspectos y no es un film ni mucho menos redondo, cosa que analizaremos ahora.
Jacinto Molina tenía la productora Acónito films, con la que co-produció junto con japoneses la película Operación Mantis, también conocida como El exterminio del macho, en 1985.
Se trataba de una comedia paródica de las películas de espías y de James Bond en clave española cutre salchichera. La verdad es que la peli es un desmadre tan loco y descacharrante, que de tan demencial y cutre que es, se hace divertida.
El estilo de humor alocado acumulando chistes y mas chistes intentaba recrear el estilo de humor de comedias que triunfaban en aquel tiempo como Top Secret (1984) o Aterriza como puedas (1980).
El problema estuvo que el público no se sintió interesado por esa clase de humor complicado, paródico y frenético y lo que en realidad triunfaba en aquel tiempo en España como comedia eran las de Andrés Pajares y Fernando Esteso, que era otro tipo y estilo de humor.
Comparativamente la película de Pajares y Esteso Los Bingueros (1979) atrajo a 1.539.000 espectadores a los cines, cuando Operacion Mantis solo a 84.000 espectadores, recaudando 20 millones de pesetas, cuando el film de Pajares y Esteso recaudó 366 millones, 18 veces mas.
Operacion Mantis fué una fracaso comercial colosal. ¡Solo en el vestuario de la película se gastaron 50 millones de pesetas! Y el director japonés financiero que aprobó la inversión en la película, se suicidó (no es broma). La productora de Naschy Aconito films quebró y cerró sus puertas.
Tras semejante fracaso profesional y comercial, Paul Naschy se salió de la comedia para trabajar como mafioso en un film sobre los bajos fondos de Mallorca llamado Mordiendo la vida (1986).
Entonces en 1987 decidió volver al fantástico, al género que lo hizo famoso, en una película ya marcada antes de nacer: el aullido del diablo.
Como Paul Naschy comentaba en una entrevista, llego hasta a estar amenazado de muerte por productores españoles, que de ninguna manera querían financiar una película suya tras lo de Operación Mantis.
Por otro lado el padre de Jacinto Molina, Enrique Molina que fué empresario peletero, murió en Madrid en Junio de 1984. Jacinto, muy unido a su padre, pasó por muy malos momentos.
Nadie en España quería apostar o contratar a Jacinto Molina tras lo de Operación Mantis.
Por otro lado la nueva directora de cinematografía de España, Pilar Miró, desde 1982 hasta 1985, hizo un cambio estructural en la industria del cine español reduciendo el número de films a producirse en España, a cambio de que en teoría fueran títulos de mas calidad.
Pero sus ideas revolucionarias, para bien o para mal, acabaron tanto con el cine malo, como con el cine bueno de autor, siendo un desastre para el cine español en general durante esos años.
Durante la época del franquismo (antes de la democracia), las subvenciones en España para hacer films se hacían de tal forma que solo se daban al estar acabada la película. Por tanto el productor o productora ponía todo el dinero de su bolsillo (por tanto ya se preocupaba de que la película fuera buena o mereciera la pena) y cuando ya estaba hecha y se estrenaba, entonces recibia la correspondiente subvención por parte del estado CONDICIONADA a que debía de realizar un nuevo film. ¿Curioso, verdad?
Es decir, que el dar subvenciones en España en aquel tiempo para hacer películas era una especie de zanahoria que impulsaba a no estancarse y continuamente hacerse en el país mas films, uno tras otro, y al ser producidos al completo de entrada por inversores particulares o compañías, de esta forma se preocupaban de que fueran rentables en base a una calidad mínima, artística o interés comercial de cara al público.
Pero con Pilar Miró no. El sistema de subvenciones cambió y ahora se daba por ADELANTADO el 50% del valor de la producción. En teoría era una forma de favorecer el cine de autor, de cineastas independientes, pero la realidad es que de esa manera las productoras hacían un solo film y no estaban obligadas a hacer otro a continuación.
Y de igual forma, al no costear el 100% de las películas las productoras españolas y salirles a mitad de precio, se preocuparon menos de la calidad general del producto de cara a un rendimiento comercial en las salas de cine. Por tanto se hizo cine de peor calidad y que no interesaba a nadie.
Por otro lado hubo otra ley, que forzaba a productoras y distribuidoras extranjeras (por ejemplo norteamericanas) para tener licencias de exportación a España, a producir films españoles.
Lo que en teoría se suponía bueno para España (que Norteamericanos o quien fuera pusieran dinero sobre la mesa para que se rodaran películas españolas producidas por ellos) en la práctica fué un desastre.
En primer lugar porque ellos mismos no tenían ningún interés en hacer films en España o Españoles, por tanto hecha la ley, hecha la trampa. Y si, se produjero films españoles con ese sistema pero de una calidad terrible. Los norteamericanos invertían muy poco dinero en películas que ellos sabían de antemano que serían fracasos y dinero a fondo perdido. Por tanto invertían lo menos posible en esos productos. Y sabiendo que el resultado final eran películas españolas tan malas que no gustaban ni de broma a los propios españoles, muchas veces ni las pasaban por los cines y sufrían distribuciones penosas en vhs directamente a videoclubs.
Otra iniciativa en los tiempos de Pilar Miró fué cargarse el cine de sesión continua. Es decir que antes pagabas por una palícula y veías dos, en una sesión continua. Siempre era una película buena (por ejemplo una norteamericana de guerra) con una mala, por ejemplo una de terror de Jesus Franco.
Con ese sistema la gente veía las películas de terror españolas en los cines, y de una manera indirecta pagaba por ellas, ofreciendo las mismas cierto rendimiento comercial. Al desaparecer lo de la sesión continua, se cerraron las puertas a las películas de terror cutres españolas.
Fué un conjunto de cosas lo que sucedió en aquel tiempo en España.
Desapareció la sesión continua, no dando cancha en los cines al cine de terror español, las productoras españolas producían muchos menos films, se impulsó el cine de autor español contra un cine mas comercial y convencional, y las películas bajaron mucho de calidad.
El cine español se hundió en definitiva con unas ideas en teoría buenas, pero que en la práctica fueron un desastre total. Se trataba de favorecer lo artístico, lo de autor, lo de calidad y con valores cinematográficos, e ir dejando atrás todo aquel fenomeno del cine de la transición y el destape de finales de los 70 y principio de los 80, marcado por un sin fin de subproductos eróticos, picantes, vulgares y plagados de desnudos gratuitos.
¿Qué valor cultural tenían las pelis de Pajares y Esteso? Pensaría mas de un genio de la academia del cine española en aquel tiempo, pero la realidad es que se trataba de cine entretenido, que divertía a la gente, que le hacía pasar un buen rato y que pagaba por ello, siendo títulos muy comerciales. ¿A quién le interesa esos coñazos aburridísmos de pelis de autor que se hicieron con las leyes de Pilar Miró? ¡Es normal que a nadie les interesara y que fueran un fracaso detrás de otro y que nadie fuera a los cines a ver cine español!
De 401 películas que se hicieron en España en los tres años anteriores al mandato de Pilar Miró, se pasaron a producir 252 en los tres siguientes años. Es decir que el nivel de producción descendió un 47.2%.
A principio de los 80 el 50.3% del cine que se consumía en España era español, nacional, con 140 millones de espectadores. España tenía entonces una población de 36 millones de personas. Por tanto había una media muy alta de españoles que iban al cine, que estadísticamente iba una media de 4 veces al año por persona. Estamos de acuerdo que la gente iba mas al cine porque no estaba por un lado el tema del vhs, el dvd, etc... y solo había un par de cadenas Tv1 t Tv2 y eso favorecía que el español dedicara mas tiempo y dinero en su ocio al cine.
Pero tras la entrada de Pilar Miró, el cine español sufrió un retroceso en sus recaudaciones. Desde ese momento hasta 1990 se cerrarón 6420 cines en España, un 78.36%. En 1990 el numéro de españoles que asistió a ver una película española fué de 6.6 millones frente a los 140 millones de 1980. Un descenso de espectadores españoles del cine español del 95.3%. HABEIS LEIDO BIEN. El cine español fué perdiendo espectadores en la década de los 90, hasta reducirse su público en un 95.3%. DEVASTADOR. El cine español estaba comercialmente hablando casi tocado de muerte y en parada cardio-respiratoria en la unidad de cuidados intensivos.
Con semejante panorama que vivía el cine español Jacinto Molina lo tenía muy jodido. Su tipo de cine cada vez tenía menos hueco en el panorama nacional y estaba extinguiéndose a marchas forzadas.
Tras el fracaso de Operación Mantis, tras el descalabro que sufría el cine español y con los cambios en la industria de cine española, decidió apostar por lo que siempre había hecho: hacer su estilo de cine de terror, con su visión y personalidad, con sus cosas buenas y sus cosas malas, intentando atraer al público que en un pasado gustaba de su cine.
Naschy decidió rodar la película en inglés para enfocarla a mercados extranjeros y no al mercado español, que cada vez estaba peor y mas peor.
Encima decidió contar con fuguras importantes del cine de serie B, como la preciosa actriz británica Caroline Munro, y el entrañable Howard Vernon.
Naschy decidió hacer algo como el no va mas, y decidió interpretar a un sin fin de personajes en la película: el hombre lobo, frankenstein, el jorobado, el fantasma de la ópera, el demonio, a un zombie, a Rasputín, a Fu-Manchu, Mr Hyde, etc...
Pero el destino y la vida a veces es terrible y cruel.
Pero de poco le valio a Jacinto Molina tanto monstruo, tanta caracterización, rodar el film para mercados extranjeros o contar con estrellas como Caroline Munro. El encargado de llevar el peso de la distribución del film, Miguel Tudela, se mató en un accidente de tráfico justo al tener Paul Naschy finalizada la película, por lo que practicamente no tuvo distribución y fué un fracaso.
Encima la producción del film estuvo llena de problemas: el equipo de realización sufrió una intoxicación y el decorador Tony Pueo tenía un problema de alcoholismo, emborrachándose en el rodaje, llegando la situación a tal punto que no habían decorados listos y tuvo que ser despedido.
Por tanto El aullido del diablo se gestó en un panorama nefasto en España, con muchos factores en contra y tras haber sufrido Paul Naschy el descalabro comercial de Operación Mantis. Eso convierte la película en algo particular y único.
De una forma irónica Jacinto Molina destruye su propio alter ego, Paul Naschy, el artista que era.
Ahora Paul Naschy ha muerto, y su hijo (interpretado por su hijo en la vida real Sergio Molina, que en aquel momento contaba con unos 12 años) vive con su tio, hermano gemelo de Paul Naschy y que fué un actor de teatro.
El tio, Héctor Naschy, desprecia y repudia la figura de Paul Naschy al que considera un actor fracasado, de baja calidad y encasillado en el subgénero de cine de terror cutre. Y por ese desprecio siempre humilla y atormenta a su sobrino que ama el cine de su padre.
Es decir que Jacinto Molina en este film destroza su mítica figura. ¿No es eso tan increible como audaz?
Pero Héctor tiene un lado oculto y oscuro. En realidad admira y tiene envidia de Paul Naschy, su hermano gemelo fallecido, y tiene un fetichismo bizarro. Le encantan las prostitutas que le consigue su fiel criado, y caracterizado como personajes que hacía su hermano(Rasputín, Fu-manchu, etc...), las somete a perversos juegos sexuales.
A todo esto hay una ola de asesinatos misteriosos en la zona que no se sabe si están relacionados o no con Héctor.
Por otro lado su sobrino vive obsesionado con la figura de su desaparecido padre, y tiene fantasías en las que se encuentra con él, caracterizado en cada ocasión en diferentes monstruos clásicos de la historia del cine de terror.
El criado de Héctor, intrepretado por Howard Vernon, también tiene su mal rollito: se dedica a la brujería y a la magia negra. Y cuando está a solas hace en la mansión extraños rituales diabólicos.
Y Caroline Munro es una preciosa e imponente hembra(tenia 38 años en aquel momento) que despierta las pasiones de Héctor y de vecinos de la zona, que la quieren violar.
La película tiene un elevado componente erótico: hay muchos desnudos, muchas de las prostituas con las que anda Héctor salen en pelotas en sus juegos sexuales, pero sobre todo Caroline Munro está buenísima. La escena en que ella se pone en pompa limpiando la chimenea, apuntando su trasero a Jacinto Molina es muy excitante.
Pero es que encima en otra escena la agarra y le mete mano, achuchándola como buen macho español. Y al final entre tiras y aflojas se la lleva a la cama y Paul Naschy tiene una escena de sexo con Caroline Munro. Solo os hago un ejercicio de memoria.
¿En cuantas películas habeis visto a Caroline Munro haciendo el amor, teniendo sexo en una cama con un hombre? Pensadlo bien y os dareis cuenta de que solo por ello, este film ya es destacable y meritorio de por si.
El problema de la película es que el guión urdido por Jacinto Molina tiene buenas ideas, buenas intenciones, muchas ganas, pero el resultado final es tan flojo como inconexo. Al conjunto le falta unión, articulación y sentido propio.
La idea de parodiarse y criticarse a si mismo, que hizo Paul Naschy es excelente y llena de posibilidades pero es poco desarrollada y aprovechada.
La historia del asesino en serie simplemente no tiene sentido y sobra. Es un mero recurso para realizar unas cuantas muertes gratuitas durante el metraje.
Lo mismo que la historia de la brujería del criado: es un inserto dentro de la estructura del film, para darle un ligero componente esotérico, tan forzado como incoherente.
Los apuntes a lo La matanza de texas, de la manera que está metido el número de la sierra mecánica en la película pues tampoco tiene mucha lógica.
O como lo de los asaltadores de la casa, un numerito de lo mas absurdo y prescindible, dentro del conjunto de la película.
Yo personalmente ya sabeis que soy amigo de los What if...? Es decir, sí se hubiera hecho el film de otra manera, o en definitiva, como lo hubiera hecho yo de haber escrito el guión basándome en la idea global de Jacinto Molina.
En primer lugar Caroline Munro no la habría hecho una sirvienta de un pueblo de al lado que viene a la casa a limpiar o a cuidar del chaval. No. Eso significa idas y venidas del escenario principal de la mansión.
Yo hubiera hecho que fuera la viuda de Paul Naschy, el actor de cine de terror y por tanto al ser familia, vive con su hijo, Sergio Molina.
La mansión debería ser propiedad de ella, ya que su esposo ganó mucho dinero en el cine y fué un actor famoso de cine de terror.
Con ellos vive el hérmano gemelo de Paul Naschy, Héctor Naschy, un actor fracasado de teatro, arruinado y que vive con ellos por caridad de la viuda de Naschy.
Él es un alcohólico amargado que odia el éxito del hermano y siempre lo pone a parir y lo critica. Al mismo tiempo ejerce un juego de humillaciones sobre su sobrino, contrastando la carrera de su padre, con su éxito, con lo de ser un actor de verdad, etc... atormentándolo.
A todo esto tienen el criado Howard Vernon, que es un tipo elegante, correcto e inteligente, que ha vivido en distintos paises y se dedica a enseñar idiomas y cultura general al niño. Es decir, que a Howard Vernon le hubiera dado un papel mas complejo, extenso y rico que el de mero criado, convirtiéndolo de monstruo o malo del cine de terror de serie B, en una figura entrañable y en cierto modo paterna sobre el niño.
La relación entre Munro y Hector debe de ser de atracción y odio. Él, por su parte, la ama. Ella se siente sola y hasta cierto punto atraida por él, porque es idéntico fisicamente a su difunto marido, pero lo rechaza porque es un perdedor, malhumorado, borracho y siempre critica la figura de su hermano muerto.
Entonces víctima de su frustración, su desgracia en la vida y su alcoholismo Héctor tiene como válvula de escape hacer perversos juegos sexuales con prostitutas de la zona. Él se disfraza de personajes que interpretaba su hermano, y por una lado se siente como los monstruos que son, pero por otro se siente como un triunfador que fué el desaparecido actor de cine de terror. Sentirse grande, importante, pero a la vez un monstruo, le excita mucho.
Esas fantasías sexuales las realiza en una parte de la mansión que nadie visita: en un viejo y oscuro lagar donde se hacía vino antiguamente y que como ya no se usa desde hace décadas, pues está abandonado. Pero ese lugar decorado como un lujosa suite tiene anexo una especie de camerino donde se guardan mil recuerdos y fotos de Paul Naschy. En ese camerino está Héctor admirando siempre en secreto la figura de su hermano que siempre ha envidiado, pero amado. Héctor llora, sufre, y siente en el fondo de su corazón los ecos del éxito de su hermano, que se niega a reconocer publicamente.
Por otro lado el hijo de Naschy, Sergio, sufre tal obsesión con su padre que está viviendo en un mundo de fantasía creado por su mente. No es cuestión de matar, de cuando llega el momento, cuando nos vamos a ir juntos o cual es el plan.
Las conversaciones hijo con padre muerto disfrazado de diferentes monstruos, deberían de ser íntimas y personales, centrándose en aspecto de las relaciones entre ambos en vida, con la madre y con su tío. Esas fantasías son las reflexiones del niño desdobladas desde su personalidad infantil oponiéndola a los recuerdos de la personalidad de la figura del padre desaparecido, en una no muy realista interpretación personal por parte del niño, pues desconoce en el fondo muchas cosas, conocimientos y experiencias de lo que era y fué su padre.
En la mansión hay recuerdos del actor muertos: cuadros, fotografías de los rodajes, etc... El hijo a veces habla con figuras a tamaño real de los monstruos que hizo su padre, rollo museo de cera, que se decoran ciertas partes de la casa, y que siempre Héctor mira con desprecio.
En esta relación a cuatro bandas dentro de la mansión entre Munro, su hijo, el mayordomo y el atormentado Héctor debe de existir un desencadenante terrorífico.
Aquí pueden manejarse muchas posibilidades distintas, a gusto del consumidor. Es como ir a la sección de leches del supermercado, y elegir la marca o tipo que mas te guste.
En mi caso y de volada, sin pensarme mucho el tema, optaría porque hay un atraco en una ciudad cercana, es herido en el estómago uno de los ladrones, y escapando por el campo van a parar a la mansión, que parece grande, segura y discreta.
En el coche pueden viajar tres hombres y una mujer, por decir un número y ejemplo.
Es de noche.
Secuestran a la Munro, su hijo y el mayordomo en la casa, y el mayordomo en un momento de valor intenta defender a todos utilizando una escopeta de caza y los ladrones primero le pegan varios tiros, pero ha quedado vivo. Entonces uno de los criminales agarra un candelabro pesado y le remata brutalmente a golpes en la cabeza.
La idea es mostrar que son unos asesinos, brutales y sin remordimientos. La muerte de la encantadora figura del mayordomo pues debe dejar desolado y preocupado al público.
Entonces obligan a Munro a sacar todas sus joyas, dinero, etc... Pero entonces se desvela una realidad oculta a su hijo: ella está casi arruinada y pretendía vender la mansión para irse a vivir a un lugar pequeño y modesto en la ciudad.
Como los criminales no la creen la golpean y amenazan con matar al hijo. Ella grita y suplica que no tiene nada, pero los criminales no le creen. Así que deciden violarla porque es una mujer muy atractiva.
En el salón se queda tumbado en el sofá el ladrón herido, al lado la ladrona con una pistola con la que apunta a chaval, que está atado de pies y manos.
Los dos hombres se meten en una habitación con Caroline Munro y se cierra la puerta. No hace falta enseñar nada: solo escuchamos gritos, gritos y gritos.
Héctor está disfrazado de Alaric de Marnac, medio borracho, haciendo un perverso juego sexual con una prostituta, en su lugar habitual, y escucha los gritos. Héctor no se quita el maquillaje y caracterización y la prostituta se viste en un segundo y ambos corren juntos hacia la mansión en donde por una ventana ven lo que sucede dentro.
Los chillidos de la Munro desde una habitación. Su sobrino temblando atado. La ladrona con un arma, el ladrón herido sobre un sofá y en una esquina muerto en el suelo el mayordomo con la cabeza destrozada.
Héctor dice a la prostituta que se marche corriendo al pueblo y que pida auxilio a la policía. La mujer se va corriendo por la oscuridad.
El niño mira a la ladrona y sueña con los ojos abiertos. Su padre convertido en hombre lobo aparece por detrás y le arranca la cabeza a la mujer con ambas garras tirando hacia arriba. Luego el hombre lobo salta sobre el herido y le destroza el cuello a bocados.
La puerta de la habitación explota por los aires. Munro se cubre con las sabanas de la cama. Naschy como el monstruo de Frankenstein agarra por el cuello a un ladrón desnudo y lo estrangula. El otro ladrón le dispara varias veces pero eso no detiene al monstruo, que camina hacia él, lo acorrala en una esquina y revienta su cara a puñetazos hasta matarlo también.
Entonces Sergio sale de su ensoñación, de su fantasía. Y ve a detrás de la ladrona a Alaric de Marnac, su tio. Naschy tiene entre sus manos una maza medieval y de un golpe lateral cae la ladrona al suelo violentamente, con la cabeza cubierta de sangre.
El ladrón herido se levanta del sofá y salta sobre Alaric, y ambos caen al suelo, rodando. El criminal golpea la cara de Naschy varias veces, aturdiéndole, pero este dirige la mano a su cintura donde tiene una daga del traje de su personaje. De un golpe clava la daga en el cuello del criminal, que se muere ahogándose con su propia sangre.
Alaric corre hasta su sobrino y lo libera de cuerdas y ambos se abrazan.
"¡Has vuelto papa!" Dice el niño llorando de felicidad, emocionado y abrazándolo.
"Si, hijo. Ahora corre al pueblo y busca ayuda"
Alaric toma la escopeta del mayordomo de un rincón, la comprueba y tiene los cartuchos sin disparar. De una patada abre la puerta del dormitorio y la Munro salta a un lado de la cama, cubriéndose con las sábanas.
Alaric dispara un cartuchazo al pecho de un criminal desnudo, que vuela por el aire muerto.
Mueve la escopeta hacia el otro hombre y dispara. El tipo salta con agilidad y el disparo abre un boquete en la pared. El ladrón agarra su pistola de entre sus ropas, y dispara a Alaric, que cae al suelo malherido.
El ladrón va hasta a él, y al ver que ha sucedido con sus compañeros en el salón, furioso muele a patadas a Naschy, que se arrastra por el suelo. El ladrón le golpea y golpea para terminar matándolo de un disparo en la cabeza.
Entonces se apaga la luz de la casa. Se escucha un alarido atroz (El aullido del diablo, que da título al film). Y aparece Paul Naschy como el demonio de la orgía de los muertos (1972). El ladrón aterrorizado dispara varias veces contra el monstruo demoniaco que parece vivo (interpretado evidentemente por Naschy).
Entonces el ladrón corre a una esquina y enciende la luz y vemos que en realidad es una de las figuras de Paul Naschy que decoraban la casa, y que ha llevado hasta ahí el hijo para asustar al ladrón.
Cuando el ladrón se da cuenta de ello e intenta reaccionar, el hijo está cerca, en una esquina opuesta con una de las ballestas del padre, que usó en los films medievales de Alaric y la dispara. La flecha se clava en el ojo del ladrón, que cae muerto.
Se escuchan sirenas de la policía que llegan al lugar. Munro, que se ha puesto ropa, corre y se agacha junto al malherido Héctor. El niño corre y se abraza a ellos. Caroline dice:
"Has vuelto"
"Siempre he estado aquí" le dice Héctor acariciando su cara a la Munro.
Fundido en negro y vemos un hospital por fuera. Héctor está en una habitación recuperándose, cuando llegan a visitarle su sobrino y la Munro. Él está muy feliz, rie, se abraza con su sobrino al que llena de besos.
Sergio tiene un comic de terror en las manos que comenta excitado a su tio. Este es feliz y le sonrie.
Héctor dice: "Ahora me lo enseñas y me lo explicas. ¿Sale algún hombre lobo?"
Sergio: "¡Pues claro que si!"
Héctor: "Entonces seguro que me gustará"
Munro agarra la mano de Héctor, sin soltarla, y le besa en los labios. Ambos se miran sabiendo que todo ha cambiado. Él dejará de beber, de sufrir, de estar atormentado, y será una buena persona que amará y cuidará a la Munro. Un nuevo amor ha nacido entre ambos.
La cámara se va alejando mientras la Munro se sienta en la cama al lado de Héctor y le enseña un folleto de inmobiliarias, de apartamentos y pisos en una ciudad. Y la conversación se va alejando.
En un festival de cine sale a hablar ante el público Héctor, hablando de su hermano. Entre el público están y aplauden Sergio y la Munro en primera fila.
Tras aplaudir todo el mundo, Héctor explica que por primera vez ha participado en un film de terror, en honor a su hermano. Y él dice en broma "Total somos iguales. ¿Quién va a notar la diferencia?"
Y se apaga la luz y comienza un film de hombres lobo, en el que Paul Naschy ataca la pantalla como hombre lobo, con la boca llena de sangre.
Fin del film.
Mi conclusión general es que justificadamente se vería a Paul Naschy como Rasputín, Alaric o Fu-Manchú en sus juegos sexuales con prostitutas.
En el sueño cuando está atado Sergio, ve al hombre lobo y frankenstein matando a los ladrones.
Al final del film sale Héctor haciendo de hombre lobo en un film de terror.
En las fantasías del niño, puedo ver a su padre difunto como Quasimodo, el fantasma de la ópera, Mr Hyde, etc...
Cuando el niño confunde al ladrón con la figura del diablo de la orgia de los muertos, Naschy
hace de demonio.
Pero lo importante es que en la película habría desnudos (las prostitutas) y muertes sangrientas y violentas: la del mayordomo, la de los ladrones exterminados por los monstruos que sueña el niño, y al final las reales, hechas por Héctor y su sobrino.
9 si mal no me equivoco.
Pero creo que el caracter reivindicativo de la figura de Paul Naschy, de su legado como artista de cine de terror, quedaría mucho mas definido y extendido en mi tratamiento del guión.
Además los personajes serían mas reales, creibles e interesantes para el espectador. la Munro-Carmen en esta película a veces da la impresión de estar forzada, y Vernon en realidad pinta poco o nada. Y la conducta psicópata del niñó no tiene mucho sentido.
Y el rollo brujería, campesinos violadores, cura, etc... Todo eso se suprimiría en pos de una trama dramática e intimista, con personas reales que tienen problemas reales.
Espero que os guste todo este rollo interminable que he escrito.
RECOMIENDO el film El aullido del diablo porque es algo muy personal de Paul Naschy. Lo mejor es el amor padre-hijo y el amor que sienten por el fantástico, que se refleja en la pantalla y que va mas allás de los personajes que interpretan.
Dedico esta review a mi amigo Gustavo Vijande que me escribe desde Argentina.
Muchas gracias por tus elogios, y de verdad me hace mucha felicidad recibir emails como el tuyo. Un abrazo y por favor siempre sientete bienvenido a mi blog.
Respecto a tu sugerencia sobre el cine de acción tomo nota. ¡Quién no flipó de niño en el 85 con Commando de Schwarzenegger!
¡Un abrazo amigo!¡Da gusto tener seguidores como tú! ¡Ya soís muchísimos!
Es una película muy especial por muchas razones, que terminan convirtiéndola en un film de culto, lleno de atractivos y hallazgos.
Pero la película a su vez falla en muchos aspectos y no es un film ni mucho menos redondo, cosa que analizaremos ahora.
Jacinto Molina tenía la productora Acónito films, con la que co-produció junto con japoneses la película Operación Mantis, también conocida como El exterminio del macho, en 1985.
Se trataba de una comedia paródica de las películas de espías y de James Bond en clave española cutre salchichera. La verdad es que la peli es un desmadre tan loco y descacharrante, que de tan demencial y cutre que es, se hace divertida.
El estilo de humor alocado acumulando chistes y mas chistes intentaba recrear el estilo de humor de comedias que triunfaban en aquel tiempo como Top Secret (1984) o Aterriza como puedas (1980).
El problema estuvo que el público no se sintió interesado por esa clase de humor complicado, paródico y frenético y lo que en realidad triunfaba en aquel tiempo en España como comedia eran las de Andrés Pajares y Fernando Esteso, que era otro tipo y estilo de humor.
Comparativamente la película de Pajares y Esteso Los Bingueros (1979) atrajo a 1.539.000 espectadores a los cines, cuando Operacion Mantis solo a 84.000 espectadores, recaudando 20 millones de pesetas, cuando el film de Pajares y Esteso recaudó 366 millones, 18 veces mas.
Operacion Mantis fué una fracaso comercial colosal. ¡Solo en el vestuario de la película se gastaron 50 millones de pesetas! Y el director japonés financiero que aprobó la inversión en la película, se suicidó (no es broma). La productora de Naschy Aconito films quebró y cerró sus puertas.
Tras semejante fracaso profesional y comercial, Paul Naschy se salió de la comedia para trabajar como mafioso en un film sobre los bajos fondos de Mallorca llamado Mordiendo la vida (1986).
Entonces en 1987 decidió volver al fantástico, al género que lo hizo famoso, en una película ya marcada antes de nacer: el aullido del diablo.
Como Paul Naschy comentaba en una entrevista, llego hasta a estar amenazado de muerte por productores españoles, que de ninguna manera querían financiar una película suya tras lo de Operación Mantis.
Por otro lado el padre de Jacinto Molina, Enrique Molina que fué empresario peletero, murió en Madrid en Junio de 1984. Jacinto, muy unido a su padre, pasó por muy malos momentos.
Nadie en España quería apostar o contratar a Jacinto Molina tras lo de Operación Mantis.
Por otro lado la nueva directora de cinematografía de España, Pilar Miró, desde 1982 hasta 1985, hizo un cambio estructural en la industria del cine español reduciendo el número de films a producirse en España, a cambio de que en teoría fueran títulos de mas calidad.
Pero sus ideas revolucionarias, para bien o para mal, acabaron tanto con el cine malo, como con el cine bueno de autor, siendo un desastre para el cine español en general durante esos años.
Durante la época del franquismo (antes de la democracia), las subvenciones en España para hacer films se hacían de tal forma que solo se daban al estar acabada la película. Por tanto el productor o productora ponía todo el dinero de su bolsillo (por tanto ya se preocupaba de que la película fuera buena o mereciera la pena) y cuando ya estaba hecha y se estrenaba, entonces recibia la correspondiente subvención por parte del estado CONDICIONADA a que debía de realizar un nuevo film. ¿Curioso, verdad?
Es decir, que el dar subvenciones en España en aquel tiempo para hacer películas era una especie de zanahoria que impulsaba a no estancarse y continuamente hacerse en el país mas films, uno tras otro, y al ser producidos al completo de entrada por inversores particulares o compañías, de esta forma se preocupaban de que fueran rentables en base a una calidad mínima, artística o interés comercial de cara al público.
Pero con Pilar Miró no. El sistema de subvenciones cambió y ahora se daba por ADELANTADO el 50% del valor de la producción. En teoría era una forma de favorecer el cine de autor, de cineastas independientes, pero la realidad es que de esa manera las productoras hacían un solo film y no estaban obligadas a hacer otro a continuación.
Y de igual forma, al no costear el 100% de las películas las productoras españolas y salirles a mitad de precio, se preocuparon menos de la calidad general del producto de cara a un rendimiento comercial en las salas de cine. Por tanto se hizo cine de peor calidad y que no interesaba a nadie.
Por otro lado hubo otra ley, que forzaba a productoras y distribuidoras extranjeras (por ejemplo norteamericanas) para tener licencias de exportación a España, a producir films españoles.
Lo que en teoría se suponía bueno para España (que Norteamericanos o quien fuera pusieran dinero sobre la mesa para que se rodaran películas españolas producidas por ellos) en la práctica fué un desastre.
En primer lugar porque ellos mismos no tenían ningún interés en hacer films en España o Españoles, por tanto hecha la ley, hecha la trampa. Y si, se produjero films españoles con ese sistema pero de una calidad terrible. Los norteamericanos invertían muy poco dinero en películas que ellos sabían de antemano que serían fracasos y dinero a fondo perdido. Por tanto invertían lo menos posible en esos productos. Y sabiendo que el resultado final eran películas españolas tan malas que no gustaban ni de broma a los propios españoles, muchas veces ni las pasaban por los cines y sufrían distribuciones penosas en vhs directamente a videoclubs.
Otra iniciativa en los tiempos de Pilar Miró fué cargarse el cine de sesión continua. Es decir que antes pagabas por una palícula y veías dos, en una sesión continua. Siempre era una película buena (por ejemplo una norteamericana de guerra) con una mala, por ejemplo una de terror de Jesus Franco.
Con ese sistema la gente veía las películas de terror españolas en los cines, y de una manera indirecta pagaba por ellas, ofreciendo las mismas cierto rendimiento comercial. Al desaparecer lo de la sesión continua, se cerraron las puertas a las películas de terror cutres españolas.
Fué un conjunto de cosas lo que sucedió en aquel tiempo en España.
Desapareció la sesión continua, no dando cancha en los cines al cine de terror español, las productoras españolas producían muchos menos films, se impulsó el cine de autor español contra un cine mas comercial y convencional, y las películas bajaron mucho de calidad.
El cine español se hundió en definitiva con unas ideas en teoría buenas, pero que en la práctica fueron un desastre total. Se trataba de favorecer lo artístico, lo de autor, lo de calidad y con valores cinematográficos, e ir dejando atrás todo aquel fenomeno del cine de la transición y el destape de finales de los 70 y principio de los 80, marcado por un sin fin de subproductos eróticos, picantes, vulgares y plagados de desnudos gratuitos.
¿Qué valor cultural tenían las pelis de Pajares y Esteso? Pensaría mas de un genio de la academia del cine española en aquel tiempo, pero la realidad es que se trataba de cine entretenido, que divertía a la gente, que le hacía pasar un buen rato y que pagaba por ello, siendo títulos muy comerciales. ¿A quién le interesa esos coñazos aburridísmos de pelis de autor que se hicieron con las leyes de Pilar Miró? ¡Es normal que a nadie les interesara y que fueran un fracaso detrás de otro y que nadie fuera a los cines a ver cine español!
De 401 películas que se hicieron en España en los tres años anteriores al mandato de Pilar Miró, se pasaron a producir 252 en los tres siguientes años. Es decir que el nivel de producción descendió un 47.2%.
A principio de los 80 el 50.3% del cine que se consumía en España era español, nacional, con 140 millones de espectadores. España tenía entonces una población de 36 millones de personas. Por tanto había una media muy alta de españoles que iban al cine, que estadísticamente iba una media de 4 veces al año por persona. Estamos de acuerdo que la gente iba mas al cine porque no estaba por un lado el tema del vhs, el dvd, etc... y solo había un par de cadenas Tv1 t Tv2 y eso favorecía que el español dedicara mas tiempo y dinero en su ocio al cine.
Pero tras la entrada de Pilar Miró, el cine español sufrió un retroceso en sus recaudaciones. Desde ese momento hasta 1990 se cerrarón 6420 cines en España, un 78.36%. En 1990 el numéro de españoles que asistió a ver una película española fué de 6.6 millones frente a los 140 millones de 1980. Un descenso de espectadores españoles del cine español del 95.3%. HABEIS LEIDO BIEN. El cine español fué perdiendo espectadores en la década de los 90, hasta reducirse su público en un 95.3%. DEVASTADOR. El cine español estaba comercialmente hablando casi tocado de muerte y en parada cardio-respiratoria en la unidad de cuidados intensivos.
Con semejante panorama que vivía el cine español Jacinto Molina lo tenía muy jodido. Su tipo de cine cada vez tenía menos hueco en el panorama nacional y estaba extinguiéndose a marchas forzadas.
Tras el fracaso de Operación Mantis, tras el descalabro que sufría el cine español y con los cambios en la industria de cine española, decidió apostar por lo que siempre había hecho: hacer su estilo de cine de terror, con su visión y personalidad, con sus cosas buenas y sus cosas malas, intentando atraer al público que en un pasado gustaba de su cine.
Naschy decidió rodar la película en inglés para enfocarla a mercados extranjeros y no al mercado español, que cada vez estaba peor y mas peor.
Encima decidió contar con fuguras importantes del cine de serie B, como la preciosa actriz británica Caroline Munro, y el entrañable Howard Vernon.
Naschy decidió hacer algo como el no va mas, y decidió interpretar a un sin fin de personajes en la película: el hombre lobo, frankenstein, el jorobado, el fantasma de la ópera, el demonio, a un zombie, a Rasputín, a Fu-Manchu, Mr Hyde, etc...
Pero el destino y la vida a veces es terrible y cruel.
Pero de poco le valio a Jacinto Molina tanto monstruo, tanta caracterización, rodar el film para mercados extranjeros o contar con estrellas como Caroline Munro. El encargado de llevar el peso de la distribución del film, Miguel Tudela, se mató en un accidente de tráfico justo al tener Paul Naschy finalizada la película, por lo que practicamente no tuvo distribución y fué un fracaso.
Encima la producción del film estuvo llena de problemas: el equipo de realización sufrió una intoxicación y el decorador Tony Pueo tenía un problema de alcoholismo, emborrachándose en el rodaje, llegando la situación a tal punto que no habían decorados listos y tuvo que ser despedido.
Por tanto El aullido del diablo se gestó en un panorama nefasto en España, con muchos factores en contra y tras haber sufrido Paul Naschy el descalabro comercial de Operación Mantis. Eso convierte la película en algo particular y único.
De una forma irónica Jacinto Molina destruye su propio alter ego, Paul Naschy, el artista que era.
Ahora Paul Naschy ha muerto, y su hijo (interpretado por su hijo en la vida real Sergio Molina, que en aquel momento contaba con unos 12 años) vive con su tio, hermano gemelo de Paul Naschy y que fué un actor de teatro.
El tio, Héctor Naschy, desprecia y repudia la figura de Paul Naschy al que considera un actor fracasado, de baja calidad y encasillado en el subgénero de cine de terror cutre. Y por ese desprecio siempre humilla y atormenta a su sobrino que ama el cine de su padre.
Es decir que Jacinto Molina en este film destroza su mítica figura. ¿No es eso tan increible como audaz?
Pero Héctor tiene un lado oculto y oscuro. En realidad admira y tiene envidia de Paul Naschy, su hermano gemelo fallecido, y tiene un fetichismo bizarro. Le encantan las prostitutas que le consigue su fiel criado, y caracterizado como personajes que hacía su hermano(Rasputín, Fu-manchu, etc...), las somete a perversos juegos sexuales.
A todo esto hay una ola de asesinatos misteriosos en la zona que no se sabe si están relacionados o no con Héctor.
Por otro lado su sobrino vive obsesionado con la figura de su desaparecido padre, y tiene fantasías en las que se encuentra con él, caracterizado en cada ocasión en diferentes monstruos clásicos de la historia del cine de terror.
El criado de Héctor, intrepretado por Howard Vernon, también tiene su mal rollito: se dedica a la brujería y a la magia negra. Y cuando está a solas hace en la mansión extraños rituales diabólicos.
Y Caroline Munro es una preciosa e imponente hembra(tenia 38 años en aquel momento) que despierta las pasiones de Héctor y de vecinos de la zona, que la quieren violar.
La película tiene un elevado componente erótico: hay muchos desnudos, muchas de las prostituas con las que anda Héctor salen en pelotas en sus juegos sexuales, pero sobre todo Caroline Munro está buenísima. La escena en que ella se pone en pompa limpiando la chimenea, apuntando su trasero a Jacinto Molina es muy excitante.
Pero es que encima en otra escena la agarra y le mete mano, achuchándola como buen macho español. Y al final entre tiras y aflojas se la lleva a la cama y Paul Naschy tiene una escena de sexo con Caroline Munro. Solo os hago un ejercicio de memoria.
¿En cuantas películas habeis visto a Caroline Munro haciendo el amor, teniendo sexo en una cama con un hombre? Pensadlo bien y os dareis cuenta de que solo por ello, este film ya es destacable y meritorio de por si.
El problema de la película es que el guión urdido por Jacinto Molina tiene buenas ideas, buenas intenciones, muchas ganas, pero el resultado final es tan flojo como inconexo. Al conjunto le falta unión, articulación y sentido propio.
La idea de parodiarse y criticarse a si mismo, que hizo Paul Naschy es excelente y llena de posibilidades pero es poco desarrollada y aprovechada.
La historia del asesino en serie simplemente no tiene sentido y sobra. Es un mero recurso para realizar unas cuantas muertes gratuitas durante el metraje.
Lo mismo que la historia de la brujería del criado: es un inserto dentro de la estructura del film, para darle un ligero componente esotérico, tan forzado como incoherente.
Los apuntes a lo La matanza de texas, de la manera que está metido el número de la sierra mecánica en la película pues tampoco tiene mucha lógica.
O como lo de los asaltadores de la casa, un numerito de lo mas absurdo y prescindible, dentro del conjunto de la película.
Yo personalmente ya sabeis que soy amigo de los What if...? Es decir, sí se hubiera hecho el film de otra manera, o en definitiva, como lo hubiera hecho yo de haber escrito el guión basándome en la idea global de Jacinto Molina.
En primer lugar Caroline Munro no la habría hecho una sirvienta de un pueblo de al lado que viene a la casa a limpiar o a cuidar del chaval. No. Eso significa idas y venidas del escenario principal de la mansión.
Yo hubiera hecho que fuera la viuda de Paul Naschy, el actor de cine de terror y por tanto al ser familia, vive con su hijo, Sergio Molina.
La mansión debería ser propiedad de ella, ya que su esposo ganó mucho dinero en el cine y fué un actor famoso de cine de terror.
Con ellos vive el hérmano gemelo de Paul Naschy, Héctor Naschy, un actor fracasado de teatro, arruinado y que vive con ellos por caridad de la viuda de Naschy.
Él es un alcohólico amargado que odia el éxito del hermano y siempre lo pone a parir y lo critica. Al mismo tiempo ejerce un juego de humillaciones sobre su sobrino, contrastando la carrera de su padre, con su éxito, con lo de ser un actor de verdad, etc... atormentándolo.
A todo esto tienen el criado Howard Vernon, que es un tipo elegante, correcto e inteligente, que ha vivido en distintos paises y se dedica a enseñar idiomas y cultura general al niño. Es decir, que a Howard Vernon le hubiera dado un papel mas complejo, extenso y rico que el de mero criado, convirtiéndolo de monstruo o malo del cine de terror de serie B, en una figura entrañable y en cierto modo paterna sobre el niño.
La relación entre Munro y Hector debe de ser de atracción y odio. Él, por su parte, la ama. Ella se siente sola y hasta cierto punto atraida por él, porque es idéntico fisicamente a su difunto marido, pero lo rechaza porque es un perdedor, malhumorado, borracho y siempre critica la figura de su hermano muerto.
Entonces víctima de su frustración, su desgracia en la vida y su alcoholismo Héctor tiene como válvula de escape hacer perversos juegos sexuales con prostitutas de la zona. Él se disfraza de personajes que interpretaba su hermano, y por una lado se siente como los monstruos que son, pero por otro se siente como un triunfador que fué el desaparecido actor de cine de terror. Sentirse grande, importante, pero a la vez un monstruo, le excita mucho.
Esas fantasías sexuales las realiza en una parte de la mansión que nadie visita: en un viejo y oscuro lagar donde se hacía vino antiguamente y que como ya no se usa desde hace décadas, pues está abandonado. Pero ese lugar decorado como un lujosa suite tiene anexo una especie de camerino donde se guardan mil recuerdos y fotos de Paul Naschy. En ese camerino está Héctor admirando siempre en secreto la figura de su hermano que siempre ha envidiado, pero amado. Héctor llora, sufre, y siente en el fondo de su corazón los ecos del éxito de su hermano, que se niega a reconocer publicamente.
Por otro lado el hijo de Naschy, Sergio, sufre tal obsesión con su padre que está viviendo en un mundo de fantasía creado por su mente. No es cuestión de matar, de cuando llega el momento, cuando nos vamos a ir juntos o cual es el plan.
Las conversaciones hijo con padre muerto disfrazado de diferentes monstruos, deberían de ser íntimas y personales, centrándose en aspecto de las relaciones entre ambos en vida, con la madre y con su tío. Esas fantasías son las reflexiones del niño desdobladas desde su personalidad infantil oponiéndola a los recuerdos de la personalidad de la figura del padre desaparecido, en una no muy realista interpretación personal por parte del niño, pues desconoce en el fondo muchas cosas, conocimientos y experiencias de lo que era y fué su padre.
En la mansión hay recuerdos del actor muertos: cuadros, fotografías de los rodajes, etc... El hijo a veces habla con figuras a tamaño real de los monstruos que hizo su padre, rollo museo de cera, que se decoran ciertas partes de la casa, y que siempre Héctor mira con desprecio.
En esta relación a cuatro bandas dentro de la mansión entre Munro, su hijo, el mayordomo y el atormentado Héctor debe de existir un desencadenante terrorífico.
Aquí pueden manejarse muchas posibilidades distintas, a gusto del consumidor. Es como ir a la sección de leches del supermercado, y elegir la marca o tipo que mas te guste.
En mi caso y de volada, sin pensarme mucho el tema, optaría porque hay un atraco en una ciudad cercana, es herido en el estómago uno de los ladrones, y escapando por el campo van a parar a la mansión, que parece grande, segura y discreta.
En el coche pueden viajar tres hombres y una mujer, por decir un número y ejemplo.
Es de noche.
Secuestran a la Munro, su hijo y el mayordomo en la casa, y el mayordomo en un momento de valor intenta defender a todos utilizando una escopeta de caza y los ladrones primero le pegan varios tiros, pero ha quedado vivo. Entonces uno de los criminales agarra un candelabro pesado y le remata brutalmente a golpes en la cabeza.
La idea es mostrar que son unos asesinos, brutales y sin remordimientos. La muerte de la encantadora figura del mayordomo pues debe dejar desolado y preocupado al público.
Entonces obligan a Munro a sacar todas sus joyas, dinero, etc... Pero entonces se desvela una realidad oculta a su hijo: ella está casi arruinada y pretendía vender la mansión para irse a vivir a un lugar pequeño y modesto en la ciudad.
Como los criminales no la creen la golpean y amenazan con matar al hijo. Ella grita y suplica que no tiene nada, pero los criminales no le creen. Así que deciden violarla porque es una mujer muy atractiva.
En el salón se queda tumbado en el sofá el ladrón herido, al lado la ladrona con una pistola con la que apunta a chaval, que está atado de pies y manos.
Los dos hombres se meten en una habitación con Caroline Munro y se cierra la puerta. No hace falta enseñar nada: solo escuchamos gritos, gritos y gritos.
Héctor está disfrazado de Alaric de Marnac, medio borracho, haciendo un perverso juego sexual con una prostituta, en su lugar habitual, y escucha los gritos. Héctor no se quita el maquillaje y caracterización y la prostituta se viste en un segundo y ambos corren juntos hacia la mansión en donde por una ventana ven lo que sucede dentro.
Los chillidos de la Munro desde una habitación. Su sobrino temblando atado. La ladrona con un arma, el ladrón herido sobre un sofá y en una esquina muerto en el suelo el mayordomo con la cabeza destrozada.
Héctor dice a la prostituta que se marche corriendo al pueblo y que pida auxilio a la policía. La mujer se va corriendo por la oscuridad.
El niño mira a la ladrona y sueña con los ojos abiertos. Su padre convertido en hombre lobo aparece por detrás y le arranca la cabeza a la mujer con ambas garras tirando hacia arriba. Luego el hombre lobo salta sobre el herido y le destroza el cuello a bocados.
La puerta de la habitación explota por los aires. Munro se cubre con las sabanas de la cama. Naschy como el monstruo de Frankenstein agarra por el cuello a un ladrón desnudo y lo estrangula. El otro ladrón le dispara varias veces pero eso no detiene al monstruo, que camina hacia él, lo acorrala en una esquina y revienta su cara a puñetazos hasta matarlo también.
Entonces Sergio sale de su ensoñación, de su fantasía. Y ve a detrás de la ladrona a Alaric de Marnac, su tio. Naschy tiene entre sus manos una maza medieval y de un golpe lateral cae la ladrona al suelo violentamente, con la cabeza cubierta de sangre.
El ladrón herido se levanta del sofá y salta sobre Alaric, y ambos caen al suelo, rodando. El criminal golpea la cara de Naschy varias veces, aturdiéndole, pero este dirige la mano a su cintura donde tiene una daga del traje de su personaje. De un golpe clava la daga en el cuello del criminal, que se muere ahogándose con su propia sangre.
Alaric corre hasta su sobrino y lo libera de cuerdas y ambos se abrazan.
"¡Has vuelto papa!" Dice el niño llorando de felicidad, emocionado y abrazándolo.
"Si, hijo. Ahora corre al pueblo y busca ayuda"
Alaric toma la escopeta del mayordomo de un rincón, la comprueba y tiene los cartuchos sin disparar. De una patada abre la puerta del dormitorio y la Munro salta a un lado de la cama, cubriéndose con las sábanas.
Alaric dispara un cartuchazo al pecho de un criminal desnudo, que vuela por el aire muerto.
Mueve la escopeta hacia el otro hombre y dispara. El tipo salta con agilidad y el disparo abre un boquete en la pared. El ladrón agarra su pistola de entre sus ropas, y dispara a Alaric, que cae al suelo malherido.
El ladrón va hasta a él, y al ver que ha sucedido con sus compañeros en el salón, furioso muele a patadas a Naschy, que se arrastra por el suelo. El ladrón le golpea y golpea para terminar matándolo de un disparo en la cabeza.
Entonces se apaga la luz de la casa. Se escucha un alarido atroz (El aullido del diablo, que da título al film). Y aparece Paul Naschy como el demonio de la orgía de los muertos (1972). El ladrón aterrorizado dispara varias veces contra el monstruo demoniaco que parece vivo (interpretado evidentemente por Naschy).
Entonces el ladrón corre a una esquina y enciende la luz y vemos que en realidad es una de las figuras de Paul Naschy que decoraban la casa, y que ha llevado hasta ahí el hijo para asustar al ladrón.
Cuando el ladrón se da cuenta de ello e intenta reaccionar, el hijo está cerca, en una esquina opuesta con una de las ballestas del padre, que usó en los films medievales de Alaric y la dispara. La flecha se clava en el ojo del ladrón, que cae muerto.
Se escuchan sirenas de la policía que llegan al lugar. Munro, que se ha puesto ropa, corre y se agacha junto al malherido Héctor. El niño corre y se abraza a ellos. Caroline dice:
"Has vuelto"
"Siempre he estado aquí" le dice Héctor acariciando su cara a la Munro.
Fundido en negro y vemos un hospital por fuera. Héctor está en una habitación recuperándose, cuando llegan a visitarle su sobrino y la Munro. Él está muy feliz, rie, se abraza con su sobrino al que llena de besos.
Sergio tiene un comic de terror en las manos que comenta excitado a su tio. Este es feliz y le sonrie.
Héctor dice: "Ahora me lo enseñas y me lo explicas. ¿Sale algún hombre lobo?"
Sergio: "¡Pues claro que si!"
Héctor: "Entonces seguro que me gustará"
Munro agarra la mano de Héctor, sin soltarla, y le besa en los labios. Ambos se miran sabiendo que todo ha cambiado. Él dejará de beber, de sufrir, de estar atormentado, y será una buena persona que amará y cuidará a la Munro. Un nuevo amor ha nacido entre ambos.
La cámara se va alejando mientras la Munro se sienta en la cama al lado de Héctor y le enseña un folleto de inmobiliarias, de apartamentos y pisos en una ciudad. Y la conversación se va alejando.
En un festival de cine sale a hablar ante el público Héctor, hablando de su hermano. Entre el público están y aplauden Sergio y la Munro en primera fila.
Tras aplaudir todo el mundo, Héctor explica que por primera vez ha participado en un film de terror, en honor a su hermano. Y él dice en broma "Total somos iguales. ¿Quién va a notar la diferencia?"
Y se apaga la luz y comienza un film de hombres lobo, en el que Paul Naschy ataca la pantalla como hombre lobo, con la boca llena de sangre.
Fin del film.
Mi conclusión general es que justificadamente se vería a Paul Naschy como Rasputín, Alaric o Fu-Manchú en sus juegos sexuales con prostitutas.
En el sueño cuando está atado Sergio, ve al hombre lobo y frankenstein matando a los ladrones.
Al final del film sale Héctor haciendo de hombre lobo en un film de terror.
En las fantasías del niño, puedo ver a su padre difunto como Quasimodo, el fantasma de la ópera, Mr Hyde, etc...
Cuando el niño confunde al ladrón con la figura del diablo de la orgia de los muertos, Naschy
hace de demonio.
Pero lo importante es que en la película habría desnudos (las prostitutas) y muertes sangrientas y violentas: la del mayordomo, la de los ladrones exterminados por los monstruos que sueña el niño, y al final las reales, hechas por Héctor y su sobrino.
9 si mal no me equivoco.
Pero creo que el caracter reivindicativo de la figura de Paul Naschy, de su legado como artista de cine de terror, quedaría mucho mas definido y extendido en mi tratamiento del guión.
Además los personajes serían mas reales, creibles e interesantes para el espectador. la Munro-Carmen en esta película a veces da la impresión de estar forzada, y Vernon en realidad pinta poco o nada. Y la conducta psicópata del niñó no tiene mucho sentido.
Y el rollo brujería, campesinos violadores, cura, etc... Todo eso se suprimiría en pos de una trama dramática e intimista, con personas reales que tienen problemas reales.
Espero que os guste todo este rollo interminable que he escrito.
RECOMIENDO el film El aullido del diablo porque es algo muy personal de Paul Naschy. Lo mejor es el amor padre-hijo y el amor que sienten por el fantástico, que se refleja en la pantalla y que va mas allás de los personajes que interpretan.
Dedico esta review a mi amigo Gustavo Vijande que me escribe desde Argentina.
Muchas gracias por tus elogios, y de verdad me hace mucha felicidad recibir emails como el tuyo. Un abrazo y por favor siempre sientete bienvenido a mi blog.
Respecto a tu sugerencia sobre el cine de acción tomo nota. ¡Quién no flipó de niño en el 85 con Commando de Schwarzenegger!
¡Un abrazo amigo!¡Da gusto tener seguidores como tú! ¡Ya soís muchísimos!
Nombres en otros paises:
العواء من الشيطانة
На вой на дявола
恶魔的嗥叫
Vytí ďábel
het gehuil van de duivel
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