Sí no me extendí mucho al hablar de su predecesota, Willy Wonka y la fábrica de chocolate (1971) fué porque he considerado que es mucho más interesante hablar aquí de ese material comparándolo con este remake de alto presupuesto, 150 millones de dólares que han recaudado 206 en cines USA, lo que es un buen éxito. Bueno aquí ver cada film (que lo hice seguidos en sesión doble a pesar de haberlos visto independientemente) es como uno de esos juegos de los errores en los que en dos imágenes muy parecidas y diríase idénticas, debe uno de señalar que hay de diferente en una u otra. El remake apuesta principalmente por una mayor ampliación del guión respondiendo a muchas de las preguntas de los niños, como yo cuando vi el original, nos hicimos.
¿Porqué Willy Wonka tiene una fábrica secreta y nadie trabaja en ella y parece desierta?
Pues en el remake nos explican que en un principio había trabajadores que vivían muy bien, pero por culpa del espionaje industrial (espias de la competencia infiltrados le copiaban sus fórmulas de caramelos) despidió a todo el mundo y Willy Wonka nunca se volvió a fiar más de nadie.
¿Porqué Willy Wonka hace caramelos y chocolatinas y es el mejor en lo que hace?
Pues aquí nos dicen que es un preturbado, un hombre traumatizado desde su infancia, desestructurado familiarmente, hijo de un dentista que odiaba las golosinas y se las prohibía, arruinando su infancia además de convertirlo en un monstruo con un aparato bucal enorme que es horripilante. Por eso cuando prueba las golosinas, Willy Wonka, igual que el loco de El Perfume, desarrolla un talento para las golosinas incomparable.
¿De dónde diablos salieron los Oompa Loompas?
Resulta que en busqueda de nuevos sabores Willy Wonka viajó a un sitio selvático (o bien sudamérica, Indonesia, Nueva Guinea o algo así) y descubre a una tribu de pigmeos que cuya mayor y más sorprendente característica aparte de que les vuelven locos los granos de cacao, son que son todos iguales como si fueran clones. Y ya que Willy Wonka tiene la mayor y mejor fábrica de chocolate del mundo, los Oompa Loompas van encantados a vivir y trabajar con él.
En primer lugar los guionistas y Tim Burton decidieron cambiar el personaje de la niña chula come chicles paleta por una niña pija come chicles deportiva y que en su mente todo vale para ganar, con una madre (en vez de un vendedor de coches) que es una barbie que nunca fué nada en la vida: solo pura fachada y belleza sin sentido. El niño gordo alemán se mantuvo, representando la glotonería, la niña maquiavélica y manipuladora pija sigue igual con su padre dueño de una fábrica de frutos secos, y el niño vaquero (ahora eso ya no se lleva porque matar a indios es sinónimo de genocidio, represión de minorías étnicas y racismo) se ha cambiado por un egocéntrico sabelotodo (los niños de hoy tienen acceso a tanta información y saben tanto de todo a tan temprana edad, que nosotros comparados con ellos en nuestro tiempo, parecíamos analfábetos y retrasados mentales) que vive inmerso en una cultura de violencia y destrucción (satanizando negativamente los videojuegos) y que tiene un padre inteligente pero que es un calzonazos ante los ojos de su hijo que pasa de él y lo manda como le viene en gana.
Tras transformar el grupo adecuadamente para estos nuevos tiempos, se añadieron los detalles ya mencionados de los origenes de Willy Wonka, de su pasión de los caramelos, de los Oompa Loompas, de su fábrica, etc... Lo que le dió una estructuración más lógica y profunda del relato. Las secuencias y su orden se mantienen, pero ahora los matraqueros números de el primer Willy Wonka cantados por Gene Wilder, pasan ahora a grandiosos números musicales siempre protagonizados por los Oompa Loompas, por Deep Roy, un actor hindú nacido en Kenia, que fué clonado digitalmente hasta hacer de 167 Oompa Loompas diferente. Ahora los Oompa Loompas no son enanos de verdad, con el pelo y cejas pintados de verde, sino un hombre reducido por ordenador.
De paso todo el conjunto del film está dotado de una dirección artística impresionante y de cuento de locos, con escenarios y decorados que si comparamos el de la habitación de los inventos de una y otra versión, nos puede sonrojarnos de verguenza la de la versión antigua. La familia de Charlie en el film original no tenía padre, o al menos no aparecía. En esta ocasión en el remake si hay padre para que se comprendiera la fuerza, solidaridad e unión de la familia ante la adversidad y la misería. Ese punto es crucial porque evidenciamos que si en el primer film Willy Wonka era un tipo genial, misterioso pero buena gente y muy inteligente, en este remake sacamos la conclusión de que es despistado, atolondrado, traumatizado gravamente desde su infancia y que sin duda alguna no está muy completo de la cabeza. El mayor fallo visual del film es sin duda la elección de Johny Deep como Willy Wonka y su aspecto y penosa interpretación. En líneas generales no me gusta nada pero nada, y en eso el primer film le da mil vueltas con un Willy Wonka mucho más interesante e inteligente. Veía el film y me daba la impresión de que ese nuevo Willy Wonka era un tipo que no era de fiar: yo nunca dejaría mis hijos a solas con él. Le vía la cara a Johny Deep y a momentos me recordaba a un cantante negro relacionado con oscuros episodios con niños y menores.
Al final entendemos (y mucho antes) de que Willy Wonka odia la familia, no cree en ella, es infantil, caprichoso, egoista y magalomaniaco. Intenta separar a Charlie de su familia pero el niño no renuncia a ela. Al final Willy Wonka madura lo acepta y comprende, y sigue los consejos del niño, de ir a visitar a su anciano padre dentista en una emotiva escena. En el film se apunta la idea de que la reconciliación es el remedio contra los traumas infantiles y que se puede a ser o formar parte de una familia, siendo Willy Wonka uno más de la casa de Charlie y gozando de la vida de una verdadera y sólida familia.
El film tienen muchas cosa buenas y momentos interesantes, a pesar de ciertos momentos DUDOSOS, como la entrada a la fábrica con los muñecos ardiendo, o Willy Wonka comiendo orugas y gusanos reventados, o el Willy Wonka niño con su terrible aparato dental. Son momentos demasiado extraños e inquietantes para mí, para ser incluidos en un film infantil. Como otros más que sumados al penoso Johny Deep hacen perder muchos puntos al film por ese lado. Por el otro gana mucho por su aspecto de la nueva era de efectos digitales por ordenador, contra la puesta de feria barata del primer film a los ojos actuales. El guión de este remake tiene muchas cosas buenas, algunas innecesarias y otras complejas para un niño y que rompen el final del film. El final es feliz, vale, pero sin climax y roto completamente. Es un final un poco extraño como todo el film que en algunos momentos más que asombrar i hacer soñar a un niño, lo atemorizan un poco.
Por último es interesante el tema de los niños, y que tanto va para este remake como para su antigua versión.
1-La comechicles es una persona capaz de aplastar a quien sea, no tiene amigos, se cree mejor que nadie porque dice ser una ganadora con el lema TODO VALE, es una niña superficial, y un asco en definitiva.
2-El gordo representa el consumismo descerebrado y sin mesura. Como todo lo que está a su alcance, como un cerdo estúpido, sin comprender si es bueno para él o no. SE LO TRAGA TODO.
3La niña pija y malcriada es un triste ejemplo actual y predominante en muchas familias de niños y niñas que mandan en las casas y gobiernan a sus padres e imponen todo: desde que hay que comer, ver la tele, o dónde se debe de ir de vacaciones. Esa complacencia de los padres para no contrariar a los niños simplemente les hace un flaco favor en la vida, pues esos niños de mayores serán perversos, egoistas y materialistas, y que no darán ningún valor a la estructura familiar.
4-El niño de la camisa de la muerte y de los videjuegos es esos niños-adultos que lo saben ya todo de todo con diez años, que son egoistas y con notables sentido de la destrucción y se aislan en mundos virtuales de violencia y masacres de pixels. Son niños que han dejado de ser niños mucho antes de tiempo y que viven la cultura del individualismo y de la violencia.
Charlie representa el niño que ya no existe, un modelo caducado y desfasado. Un niño modesto, bien hablado, solidario, familiar, que respeta a sus mayores y que ayuda a su familia. Un niño equilibrado que nunca haría nada malo a nadie. En contraposición se nos muestran cuatro caras actuales de los niños de hoy, que son mezcla de algunas de ellas en mayor o menor parte. En ese el film y el antiguo aciertan plenamente en dibujar padres calzonasos, huevos, manipulados y que obedecen las órdenes de esos pequeños hijos de puta bastardos. Yo de niño vestía como Charlie, igual. IDENTICO. Nunca le pedí a mis padres unas zapatillas deportivas de marca, o unos pantalones de esta otra marca pija y chaquetas de skaters de moda o cantantes de hip-hop. JAMÁS. Mi padre me compró ropa buena y duradera que no era de marca. Por eso parecía pobre pero eso nunca me importó de niño. Iba peor vestido que muchos niños de otras clases, pero con ropa limpia y nueva. Nunca seguí una moda o a un ídolo, y jamás puse mala cara a nada de lo que mis padres me compraron con cariño y esfuerzo. Recuerdo una anécdota para acabar. En casa de una amiga, vi a su hijo hacer una montaña de ropa de su armario que tiró al suelo (un chaval de 12 años en aquel entonces) para tirarla. Ropa del año pasado DE MARCA y que podía haber ahí en el suelo en ropa facilmente 1500 euros o más. Y el muy cabrón quería tirarla y que le comprara un armario nuevo de ropa cada año. ¿Os dais cuenta la presión que soportaba una mujer soltera que vivía a duras penas para mantener un hogar y a su hijo caprichoso? Eso son los niños de ahora, que ni les importan los problemas de casa, cuanto valen las cosas o el valor de las cosas. Piden y sus padres obedecen como borregos. ELLOS MANDAN EN MUCHAS CASAS COMO PEQUEÑOS TIRANOS. Que pena me dan esas familias, de verdad. Ese el verdadero mensaje de los dos films: como Willy Wonka va eliminando de la fábrica suya a esa escoria menor de edad para intentar llegar a descubrir un niño CON PRINCIPIOS, cosa rara en este mundo salvaje y consumista y en el que todo vale a cualquier precio.
Source URL: http://ojoknesublogs.blogspot.com/2007/07/charlie-y-la-fabrica-de-chocolate-tim.html¿Porqué Willy Wonka tiene una fábrica secreta y nadie trabaja en ella y parece desierta?
Pues en el remake nos explican que en un principio había trabajadores que vivían muy bien, pero por culpa del espionaje industrial (espias de la competencia infiltrados le copiaban sus fórmulas de caramelos) despidió a todo el mundo y Willy Wonka nunca se volvió a fiar más de nadie.
¿Porqué Willy Wonka hace caramelos y chocolatinas y es el mejor en lo que hace?
Pues aquí nos dicen que es un preturbado, un hombre traumatizado desde su infancia, desestructurado familiarmente, hijo de un dentista que odiaba las golosinas y se las prohibía, arruinando su infancia además de convertirlo en un monstruo con un aparato bucal enorme que es horripilante. Por eso cuando prueba las golosinas, Willy Wonka, igual que el loco de El Perfume, desarrolla un talento para las golosinas incomparable.
¿De dónde diablos salieron los Oompa Loompas?
Resulta que en busqueda de nuevos sabores Willy Wonka viajó a un sitio selvático (o bien sudamérica, Indonesia, Nueva Guinea o algo así) y descubre a una tribu de pigmeos que cuya mayor y más sorprendente característica aparte de que les vuelven locos los granos de cacao, son que son todos iguales como si fueran clones. Y ya que Willy Wonka tiene la mayor y mejor fábrica de chocolate del mundo, los Oompa Loompas van encantados a vivir y trabajar con él.
En primer lugar los guionistas y Tim Burton decidieron cambiar el personaje de la niña chula come chicles paleta por una niña pija come chicles deportiva y que en su mente todo vale para ganar, con una madre (en vez de un vendedor de coches) que es una barbie que nunca fué nada en la vida: solo pura fachada y belleza sin sentido. El niño gordo alemán se mantuvo, representando la glotonería, la niña maquiavélica y manipuladora pija sigue igual con su padre dueño de una fábrica de frutos secos, y el niño vaquero (ahora eso ya no se lleva porque matar a indios es sinónimo de genocidio, represión de minorías étnicas y racismo) se ha cambiado por un egocéntrico sabelotodo (los niños de hoy tienen acceso a tanta información y saben tanto de todo a tan temprana edad, que nosotros comparados con ellos en nuestro tiempo, parecíamos analfábetos y retrasados mentales) que vive inmerso en una cultura de violencia y destrucción (satanizando negativamente los videojuegos) y que tiene un padre inteligente pero que es un calzonazos ante los ojos de su hijo que pasa de él y lo manda como le viene en gana.
Tras transformar el grupo adecuadamente para estos nuevos tiempos, se añadieron los detalles ya mencionados de los origenes de Willy Wonka, de su pasión de los caramelos, de los Oompa Loompas, de su fábrica, etc... Lo que le dió una estructuración más lógica y profunda del relato. Las secuencias y su orden se mantienen, pero ahora los matraqueros números de el primer Willy Wonka cantados por Gene Wilder, pasan ahora a grandiosos números musicales siempre protagonizados por los Oompa Loompas, por Deep Roy, un actor hindú nacido en Kenia, que fué clonado digitalmente hasta hacer de 167 Oompa Loompas diferente. Ahora los Oompa Loompas no son enanos de verdad, con el pelo y cejas pintados de verde, sino un hombre reducido por ordenador.
De paso todo el conjunto del film está dotado de una dirección artística impresionante y de cuento de locos, con escenarios y decorados que si comparamos el de la habitación de los inventos de una y otra versión, nos puede sonrojarnos de verguenza la de la versión antigua. La familia de Charlie en el film original no tenía padre, o al menos no aparecía. En esta ocasión en el remake si hay padre para que se comprendiera la fuerza, solidaridad e unión de la familia ante la adversidad y la misería. Ese punto es crucial porque evidenciamos que si en el primer film Willy Wonka era un tipo genial, misterioso pero buena gente y muy inteligente, en este remake sacamos la conclusión de que es despistado, atolondrado, traumatizado gravamente desde su infancia y que sin duda alguna no está muy completo de la cabeza. El mayor fallo visual del film es sin duda la elección de Johny Deep como Willy Wonka y su aspecto y penosa interpretación. En líneas generales no me gusta nada pero nada, y en eso el primer film le da mil vueltas con un Willy Wonka mucho más interesante e inteligente. Veía el film y me daba la impresión de que ese nuevo Willy Wonka era un tipo que no era de fiar: yo nunca dejaría mis hijos a solas con él. Le vía la cara a Johny Deep y a momentos me recordaba a un cantante negro relacionado con oscuros episodios con niños y menores.
Al final entendemos (y mucho antes) de que Willy Wonka odia la familia, no cree en ella, es infantil, caprichoso, egoista y magalomaniaco. Intenta separar a Charlie de su familia pero el niño no renuncia a ela. Al final Willy Wonka madura lo acepta y comprende, y sigue los consejos del niño, de ir a visitar a su anciano padre dentista en una emotiva escena. En el film se apunta la idea de que la reconciliación es el remedio contra los traumas infantiles y que se puede a ser o formar parte de una familia, siendo Willy Wonka uno más de la casa de Charlie y gozando de la vida de una verdadera y sólida familia.
El film tienen muchas cosa buenas y momentos interesantes, a pesar de ciertos momentos DUDOSOS, como la entrada a la fábrica con los muñecos ardiendo, o Willy Wonka comiendo orugas y gusanos reventados, o el Willy Wonka niño con su terrible aparato dental. Son momentos demasiado extraños e inquietantes para mí, para ser incluidos en un film infantil. Como otros más que sumados al penoso Johny Deep hacen perder muchos puntos al film por ese lado. Por el otro gana mucho por su aspecto de la nueva era de efectos digitales por ordenador, contra la puesta de feria barata del primer film a los ojos actuales. El guión de este remake tiene muchas cosas buenas, algunas innecesarias y otras complejas para un niño y que rompen el final del film. El final es feliz, vale, pero sin climax y roto completamente. Es un final un poco extraño como todo el film que en algunos momentos más que asombrar i hacer soñar a un niño, lo atemorizan un poco.
Por último es interesante el tema de los niños, y que tanto va para este remake como para su antigua versión.
1-La comechicles es una persona capaz de aplastar a quien sea, no tiene amigos, se cree mejor que nadie porque dice ser una ganadora con el lema TODO VALE, es una niña superficial, y un asco en definitiva.
2-El gordo representa el consumismo descerebrado y sin mesura. Como todo lo que está a su alcance, como un cerdo estúpido, sin comprender si es bueno para él o no. SE LO TRAGA TODO.
3La niña pija y malcriada es un triste ejemplo actual y predominante en muchas familias de niños y niñas que mandan en las casas y gobiernan a sus padres e imponen todo: desde que hay que comer, ver la tele, o dónde se debe de ir de vacaciones. Esa complacencia de los padres para no contrariar a los niños simplemente les hace un flaco favor en la vida, pues esos niños de mayores serán perversos, egoistas y materialistas, y que no darán ningún valor a la estructura familiar.
4-El niño de la camisa de la muerte y de los videjuegos es esos niños-adultos que lo saben ya todo de todo con diez años, que son egoistas y con notables sentido de la destrucción y se aislan en mundos virtuales de violencia y masacres de pixels. Son niños que han dejado de ser niños mucho antes de tiempo y que viven la cultura del individualismo y de la violencia.
Charlie representa el niño que ya no existe, un modelo caducado y desfasado. Un niño modesto, bien hablado, solidario, familiar, que respeta a sus mayores y que ayuda a su familia. Un niño equilibrado que nunca haría nada malo a nadie. En contraposición se nos muestran cuatro caras actuales de los niños de hoy, que son mezcla de algunas de ellas en mayor o menor parte. En ese el film y el antiguo aciertan plenamente en dibujar padres calzonasos, huevos, manipulados y que obedecen las órdenes de esos pequeños hijos de puta bastardos. Yo de niño vestía como Charlie, igual. IDENTICO. Nunca le pedí a mis padres unas zapatillas deportivas de marca, o unos pantalones de esta otra marca pija y chaquetas de skaters de moda o cantantes de hip-hop. JAMÁS. Mi padre me compró ropa buena y duradera que no era de marca. Por eso parecía pobre pero eso nunca me importó de niño. Iba peor vestido que muchos niños de otras clases, pero con ropa limpia y nueva. Nunca seguí una moda o a un ídolo, y jamás puse mala cara a nada de lo que mis padres me compraron con cariño y esfuerzo. Recuerdo una anécdota para acabar. En casa de una amiga, vi a su hijo hacer una montaña de ropa de su armario que tiró al suelo (un chaval de 12 años en aquel entonces) para tirarla. Ropa del año pasado DE MARCA y que podía haber ahí en el suelo en ropa facilmente 1500 euros o más. Y el muy cabrón quería tirarla y que le comprara un armario nuevo de ropa cada año. ¿Os dais cuenta la presión que soportaba una mujer soltera que vivía a duras penas para mantener un hogar y a su hijo caprichoso? Eso son los niños de ahora, que ni les importan los problemas de casa, cuanto valen las cosas o el valor de las cosas. Piden y sus padres obedecen como borregos. ELLOS MANDAN EN MUCHAS CASAS COMO PEQUEÑOS TIRANOS. Que pena me dan esas familias, de verdad. Ese el verdadero mensaje de los dos films: como Willy Wonka va eliminando de la fábrica suya a esa escoria menor de edad para intentar llegar a descubrir un niño CON PRINCIPIOS, cosa rara en este mundo salvaje y consumista y en el que todo vale a cualquier precio.
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