Este film es curiosamente entretenido y engancha bastante aunque esté más lleno de agujeros que un queso de gruyere. El film viene a mezclar los videojuegos con la realidad. Existe un juego llamado Stay Alive en el que en una mansión gótica se enfrentan los jugadores a multitud de fantásmas y monstruos, comandados por la condesa vampiro Elizabeth Bathory. Los jugadores viven un juego de gran calidad gráfica, un survival horror, en la más pura línea de los Resident Evil. ¡Me encantan y son geniales: el cuarto fué la bomba! Lo que pasa es que los jugadores al morir en el juego, mueren de igual manera en el mundo real, algo así como les sucedía a los que se dormían en las películas de Pesadilla en Elm Street.Un grupo de jóvenes jugones se alía formando un grupo de adictos a los videojuegos que se enfrentan en una partida multi-jugador (todos al mismo tiempo) contra el terrible videojuego, para descubrir que todas sus vidas están en peligro. Entonces comenzarán a investigar en el mundo real la empresa de videojuegos que lo creó e incluso visitarán la morada de Elizabeth Bathory en el mundo real, porque desde ahí su fantasma mata a todo el mundo. El film evidentemente mezcla numerosas escenas de videojuegos, por cierto interresantes, con el cine de terror adolescente, y con el cine de fantasmas al más puro estilo asiático. La mezcla funciona, es correcta y engancha. El film está bien hecho, bien dirigido, y tiene una fantástica fotografía.
Su único problema es su defectuoso guión que hace un par de cambios de ritmo extraños y además deja muchos interrogantes y agujeros en torno a numerosos aspectos del film relacionados con la venganza o maldición de ultratumba de la condesa. Eso es bastante perdonable, y sí se pasa eso por alto, uno puede disfrutar de un buen film de terror, mejor que tonterías como The messengers o La maldición, a la que le da mil vueltas. Sus virtudes superan a sus defectos, pero es que encima esas virtudes son excelentes, así que uno llega hasta a olvidar los numerosos fallos del guión porque al menos este film consigue algo que muchos no logran hacer: ENTRETENER.
Ya digo que no es una maravilla pero tiene un gusto interesante y hasta atractivo este film, con el que me lo pasé bien. Me llegó al corazón la escena del chaval que se folla a su novia con una máscara de cerdo, en plan fetichista pervertido total. Fué un golpe muy divertido. El film costó 20 millones de dólares y recaudó 23 en USA, que no está mal, viendose de que se trata de un producto con poca publicidad y escasa capacidad de atracción de masas.
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