Un film mezcla de ciencia-ficción en cuanto a su vertiente especulativa, pero asentado en un ambiente normal y humano. El film, basado en una novela de Ray Bradbury de 1953, habla de un futuro frio y deshumanizado en el que está prohibido leer y por consiguiente los libros. Poseer cualquier clase de libro es un crimen terrible. Un cuerpo de bomberos son los que se encargan de registrar las casas y quemar los libros con lanzallamas en hogueras públicas, ante los ojos de los ciudadanos. Es evidente de que la quema de libro viene ordenada por un sistema social fascista y totalitario que cree en la no comprensión o comunicación de ideas, salvo las que promueve a través de sus canales de televisión manipulados y censurados. Todo en pos de una falta de ideas de los individuos, elementos pasivos de una sociedad no democrática. El porque de esa quema de libros no queda muy bien definido en el film, que muestra más el trabajo de los bomberos, que como se llego hasta semejantes extremos y quien hay en realidad detrás de todo ello, y que beneficios obtiene con ello. En realidad el film es más una visualización de la acción, que de como se llegó hasta ello, o incluso lo interesante que sería presenciar la maquinaria que hay en la cúpula de dicha sociedad represora. Bueno, creo que el film se apoya más en el efectivismo que produce la quema de libros(que así sucedieron en régimenes totalitarios fascistas) que en el propio futúro utópico que se nos plantea. Es terrible ver como se destruye el legado de la civilización, de toda la humanidad, por un puñado de retrogrados fascistas, que como suele ser demostrado en la historia de la humanidad, solo duran cierto tiempo gobernando. El film nos plantea una sociedad llena de miedo, de desconfianza y idiotizada con la televisión. El protagonista es uno de esos bomberos, que de tanto tocar libros, al final termina leyendo alguno y se engancha a la literatura. Su mujer, es una persona hedonista y egoista, cuyo personaje es interpretado por Julie Christie, con el pelo largo, que así mismo interpreta un doble papel, con una mujer que al final se termina liando con su marido, que tiene el pelo corto, y que ama los libros. Al final el protagonista perseguido escapa por unos bosques y llega hasta una comunidad de hombres-libros, que en un lugar en medio de la naturaleza, bucólico y hermosamente nevado, memorizan libros. Cada uno de ellos recita en voz alta el libro que se sabe de memoria y que pasa de padres a hijos. Ver a todos paseando alrededor de un lago nevado, recitando sus libros es una escena INOLVIDABLE de la historia del cine fantástico, pero a la vez muy triste y melancólica. La película rodada con muy pocos medios, casi carece de grandes escenas o de efectos especiales, para mostrarnos ese futuro posible. La película es interesante y habla de la personalidad de las personas, de la dualidad de las mentes, influenciadas por la ideas. Como película es MUY DISCRETA y tampoco es fabulosa, sino más bien un modesto relato de una fantasía fascista. Me parece muy interesante ver como en el salón de la casa del protagonista predomina una gran pantalla de televisión plana, que cuando está apagada negra, de un grosos de dos o tres dedos, y con un marco muy fino. Es una verdadera reproducción, más de 4 décadas atrás, de lo que en el futuro serían las actuales pantallas de televisión planas de plasma o Lcd de 42 pulgadas. ¡Menudo acierto! En cambio el teléfono en el baño canta más que la hostia. ¡Menudo disparate de cachivache! Un film que llamó la atención en su època por sus elementos planteados, pero que tampoco fué una revolución en el cine de ciencia-ficción. Un film DISCRETO pero con ciertos encantos. Inolvidable la escena final en torno al lago nevado. Para amantes de la libertad, de la cultura y de la libertad de expresión que odien los régimes totalitarios, fascistas y censuradores. Es decir, que igual le encanta esta película a Hugo Chavez. Lo que pasa que él, en vez de quemar montañas de libros, se carga cadenas de televisión. Como ya he dicho en ocasiones: la realidad siempre supera a la ficción. Ummm... Si esto pasara en el futuro, lo que nos plantea el film, creo que me memorizaría las novelas de Azteca, de Gary Jennings, o Días en un mundo muerto, de Jorg Hellersen. El título del film, Farenheit 451, se refiere a la temperatura en grados farenheit a la que arde el papel.
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