Un entrañable clásico de la ciencia-ficción que persiguió durante muchos años hacer un remake Arnold Schwarzenegger. Arnold, según reconoció en una entrevista, ama el western y una espina que siempre ha tenido clavada es la de hacer un western, y que mejor hacer Westworld, que es una especie de western mezclado con ciencia-ficción.
La historia va de una gente que paga ¡1000 dólares diarios! de principio de los 70 por estar en un increible parque temático. Uno puede estar en un castillo medieval o el oeste americano haciendo de pistolero por esa módica suma. Es gracioso como ahora, en el años 2008 un tipo es capaz de pagar 36 millones de dólares por pasar unos días en el espacio como turista espacial. Así que en el año 73 alguien pagara 1000 dólares puede que fuera mucho dinero, pero tampoco una pasada porque los millonarios podían pagar muchísimo más por semejante super-parque temático. En Estados Unidos una persona normal obrera en el año 73 ganaba unos 700 dólares al mes.
La gran pregunta que plantea el film es que si con 1000 dólares diarios por persona de aquel tiempo, da para mantener semejante parque temático y reparar androides tan complejos y avanzados. A mí no me salen los numeros... Pero bueno, es todo lo que apunto anteriormente: creo que la cifra que concibió Michael Crichton de 1000 dólares diarios es muy baja para semejante tomate.
En cuestión el parque temático está muy bien ambientado y tal pero seamos un poco lógicos. El parque está lleno de androides que parecen HUMANOS y ANIMALES como caballos y perros, con una similitud casi absoluta. Sí semejante tecnología está al servicio de un parque de atraccciones, no es más lógico que semejante progreso se hubiera aplicado ante en el ejercito creando un ejército de super-soldados androides o como no en casas, como pretende hacer Japón en un futuro cercano, ayudando a los ancianos o como asistentes de las personas necesitadas.
Total que un pareja de hombre ricos disfrutan de unos días en el salvaje oeste americano viviendo vivencias de vaqueros y liandose a tiros. La cosa va bien hasta que un robot, Yul Brynner, se vuelve loco y quiere matarlos de verdad. Viendo uno el film tiene uno una gran impresión de que flota un ambiente a lo terminator. Observandio detenidamente el final, uno no puede dejar de pensar en terminator. Entonces la pregunta es... ¿Cuanto influyó en James Cameron el androide imparable de Westworld para crear los terminators?
Michael Crichton aquí escribe el guión del film y lo dirige. La verdad es que dirigir nunca fue lo suyo. Se nota en el film que le falta en muchos momentos la adecuada visión que haga homogenea y coherente y sobre todo creible semejante mezcla de ideas y géneros. Es más... Con un poco de imaginación podría haberse unido el mundo medieval con el western y la época de los romanos con unos resultados asombrosos. Pero a tanto no llegó Crichton. Y ESO ES UNA LÁSTIMA. Imaginaros los pistoleros liándose a tiros con unas legiones romanas. Las posibilidades son tan variadas como excitantes.
Pero en este punto las preguntas continúan acumulándose:
- ¿Dónde están los otros visitantes del parque? ¿Nunca hay muchas gente simultaneamente por ejemplo en el Oeste?
- ¿Si las pistolas no pueden lastimar a los visitates por los sensores que detectan que uno es humano, como por ejemplo nadie puede asegurar que uno no es herido o muerto por una bala perdida en un tiroteo o por accidente si los robots disparan contra algo inanimado pero tú estás detrás, por ejemplo?
- Si la lógica de las pistolas se aplica al mundo medieval... ¿Cómo hacen para que las espadas de los robots no maten los visitantes?
Al final creo que el film más efectivo que coherente. El espectador, seducido por la agradable idea de vivir una fantasía adulta y mortal en un parque de atraccciones super-realista, pasa por alto muchos de los agujeros e ilógicas de la trama pastosa de Crichton. Pero no todo es malo en el film. La idea es atractiva y sugerente, pero efectivamente mal planteada y peor plasmada. Lo que ayudó enormemente al film fue la gran presencia carísmatica de Yul Brynner y por algunas violentas escenas de tiroteos a cámara lenta (evidentemente copiados del cine de Sam Peckinpah, cuyo inolvidable film Grupo Salvaje-1969, era muy reciente en aquel tiempo).
Otra meritoria novedad del film fue en que fue el primero en utilizar graficos de ordenador, en 2D, en la historia del cine. En concreto en el punto de vista del robot.
Almas de metal es un film añejo, envejecido, con una trama tan imposible como bastante poco creible ante nuestros ojos hoy (según lo que nos muestra el film), pero que sin embargo cuenta en su favor con alguna escena afortunada y bastante carisma por parte de sus actores ,como por su excitante premisa que nunca termina de levantar el vuelo.
UN FILM ANTICUADO E INCONSISTENTE, PERO BASTANTE ENTRETENIDO. TIENE UN REGUSTO A NOVELA DE CIENCIA FICCIÓN BARATA DE SERIE B DE LAS QUE SE COMPRABAN EN LOS QUIOSCOS A UNOS CENTAVOS.
Dedico esta review a Lluis Soler Blanch, un escritor español al que podeis conocer en este link, clicando sobre él:
WEB PARA VISITAR LA OBRA DE LLUIS SOLER BLANCH
Y cuyo hermano tiene el interesante blog de cine TERROR LIFE, que podeis visitar clicando en el enlace de abajo.
PARA VISITAR EL BLOG TERROR LIFE
Lluis Soler Blanch es una persona honesta que escribe relatos fantásticos y de terror de una forma gráfica y directa. Eso es algo vigoroso para el género, como lo fue en su día Richard Laymon. Es un autor que merece la pena de conocer y de tener una oportunidad de ser leido. No lo dudeis.
Un fuerte abrazo para Lluis desde Dimensión Fantástica y a su hermano también, como no.¡Saludos compañeros! ¡Largo amor al fantástico y al terror!
La historia va de una gente que paga ¡1000 dólares diarios! de principio de los 70 por estar en un increible parque temático. Uno puede estar en un castillo medieval o el oeste americano haciendo de pistolero por esa módica suma. Es gracioso como ahora, en el años 2008 un tipo es capaz de pagar 36 millones de dólares por pasar unos días en el espacio como turista espacial. Así que en el año 73 alguien pagara 1000 dólares puede que fuera mucho dinero, pero tampoco una pasada porque los millonarios podían pagar muchísimo más por semejante super-parque temático. En Estados Unidos una persona normal obrera en el año 73 ganaba unos 700 dólares al mes.
La gran pregunta que plantea el film es que si con 1000 dólares diarios por persona de aquel tiempo, da para mantener semejante parque temático y reparar androides tan complejos y avanzados. A mí no me salen los numeros... Pero bueno, es todo lo que apunto anteriormente: creo que la cifra que concibió Michael Crichton de 1000 dólares diarios es muy baja para semejante tomate.
En cuestión el parque temático está muy bien ambientado y tal pero seamos un poco lógicos. El parque está lleno de androides que parecen HUMANOS y ANIMALES como caballos y perros, con una similitud casi absoluta. Sí semejante tecnología está al servicio de un parque de atraccciones, no es más lógico que semejante progreso se hubiera aplicado ante en el ejercito creando un ejército de super-soldados androides o como no en casas, como pretende hacer Japón en un futuro cercano, ayudando a los ancianos o como asistentes de las personas necesitadas.
Total que un pareja de hombre ricos disfrutan de unos días en el salvaje oeste americano viviendo vivencias de vaqueros y liandose a tiros. La cosa va bien hasta que un robot, Yul Brynner, se vuelve loco y quiere matarlos de verdad. Viendo uno el film tiene uno una gran impresión de que flota un ambiente a lo terminator. Observandio detenidamente el final, uno no puede dejar de pensar en terminator. Entonces la pregunta es... ¿Cuanto influyó en James Cameron el androide imparable de Westworld para crear los terminators?
Michael Crichton aquí escribe el guión del film y lo dirige. La verdad es que dirigir nunca fue lo suyo. Se nota en el film que le falta en muchos momentos la adecuada visión que haga homogenea y coherente y sobre todo creible semejante mezcla de ideas y géneros. Es más... Con un poco de imaginación podría haberse unido el mundo medieval con el western y la época de los romanos con unos resultados asombrosos. Pero a tanto no llegó Crichton. Y ESO ES UNA LÁSTIMA. Imaginaros los pistoleros liándose a tiros con unas legiones romanas. Las posibilidades son tan variadas como excitantes.
Pero en este punto las preguntas continúan acumulándose:
- ¿Dónde están los otros visitantes del parque? ¿Nunca hay muchas gente simultaneamente por ejemplo en el Oeste?
- ¿Si las pistolas no pueden lastimar a los visitates por los sensores que detectan que uno es humano, como por ejemplo nadie puede asegurar que uno no es herido o muerto por una bala perdida en un tiroteo o por accidente si los robots disparan contra algo inanimado pero tú estás detrás, por ejemplo?
- Si la lógica de las pistolas se aplica al mundo medieval... ¿Cómo hacen para que las espadas de los robots no maten los visitantes?
Al final creo que el film más efectivo que coherente. El espectador, seducido por la agradable idea de vivir una fantasía adulta y mortal en un parque de atraccciones super-realista, pasa por alto muchos de los agujeros e ilógicas de la trama pastosa de Crichton. Pero no todo es malo en el film. La idea es atractiva y sugerente, pero efectivamente mal planteada y peor plasmada. Lo que ayudó enormemente al film fue la gran presencia carísmatica de Yul Brynner y por algunas violentas escenas de tiroteos a cámara lenta (evidentemente copiados del cine de Sam Peckinpah, cuyo inolvidable film Grupo Salvaje-1969, era muy reciente en aquel tiempo).
Otra meritoria novedad del film fue en que fue el primero en utilizar graficos de ordenador, en 2D, en la historia del cine. En concreto en el punto de vista del robot.
Almas de metal es un film añejo, envejecido, con una trama tan imposible como bastante poco creible ante nuestros ojos hoy (según lo que nos muestra el film), pero que sin embargo cuenta en su favor con alguna escena afortunada y bastante carisma por parte de sus actores ,como por su excitante premisa que nunca termina de levantar el vuelo.
UN FILM ANTICUADO E INCONSISTENTE, PERO BASTANTE ENTRETENIDO. TIENE UN REGUSTO A NOVELA DE CIENCIA FICCIÓN BARATA DE SERIE B DE LAS QUE SE COMPRABAN EN LOS QUIOSCOS A UNOS CENTAVOS.
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