Un buen film de terror con atmósfera, clase y mucho estilo. ¡Pura elegancia británica! Unos arqueólogos ingleses descubren en Egipto una tumba, y se llevan el sárcófafago a Gran Bretaña, guardándolo en una mansión. Tras semejante profanación un egipcio lleva una caja a dichos parajes ingleses, pero se cae por un accidente en un pantano. Leyendo un pergamino mágico, dentro de la caja revive una momia dispuesta a matar estrangulando con su gran fuerza a todo aquel que profanó la tumba egipcia. La historia secundaria es que murió la faraona y ya embalsamada en su sarcófago, su amado lee un pergamino para resucitarla, cometiendo un gran pecado, y de pronto es pillado por los sacerdotes que lo apresan por su gran crimen. le cortan la lengua para que no pueda hablar y momificado lo entierran vivo para que proteja el sarcófago de la faraona por la eternidad, en la tumba de ella. Al final resulta que la faraona está medio reencarnada en una mujer británica y acaba el film hundiéndose la momia en el pantano. Christopher Lee hace de una momia muy impresionante, Peter Cushing hace también un buen papel como bueno y el film tiene buenos decorados (el del pantano o los interiores de la mansión) pero que huelen un poco en Egipto, porque el decorado (tanto para la escena del principio cuando se encuentra la tumba de la faraona como cuando se relata la historia de la faraona y la momia en tiempos antes de Cristo) egipcio es pequeño y está bastante pobre. Se nota demasiado que es un decorado pequeño y es una lástima. El film en general es bueno y tiene suspense, y sobre todo la momia es impresionante, pero olvidaros de sangre o terror muy terrorífico. ¡Terror genuinamente inglés! Un clásico que merece la pena de ver, como no, por el buen trabajo de Terence Fisher.
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