Una periodista, la esforzada actriz Kari Wuhrer, se dedica a investigar acerca de unos videos en plan snuff en los que la peña se suicida. Por ejemplo una joven de un tiro con un revolver en la cabeza y luego resucitan. Entonces la mujer empieza a adentrase en el misterioso mundo de los bajos fondos de rumanía (donde se rodó buena parte del film), donde hay sectas satánicas, peña chunga y todo ese rollo. La mujer sufre sangrientas pesadillas, alucinaciones en donde muere, etc... Los muertos le hablan como en el sexto sentido y al final vemos hasta unos vagones de metro que vagan por el subsuelo de la ciudad llenos de góticos y peña muy oscura y bizarra. Luego el nexo a todo esto es Pinhead y el cubo que es con lo que se revive a los muertos. Al final la gente del metro es masacrada y los del culto satánico también, y la periodista se suicida. En fin, intentaron mezclar en esta secuela SECTAS, ROLLO SNUFF EN PLAN ASESINATO EN 8 MM (genial film de Nicholas Cage), FANTASMAS, GÓTICOS y CENOBITAS. Son demasiados palos para tocar en una baraja con tan pocas cartas y malas: un guión desastroso, bastante pobreza de medios, actores muy malos y sobre todo UNA DEPRIMENTE DIRECCIÓN.
Al final hasta ni los cenobitas pegan con la historia y todo queda en un completo, aburrido e impersonal bodrio-secuela que nunca tuvo que haberse filmando. De verdad que la película va todo el metraje pegando tumbos sin saber a donde diablos va, intentando en esa confusión hacernos creer que en realidad todo el film es una intencionada alucinación-viaje de la protagonista, pero ese viejo truco ratonero no nos lo tragamos ya, porque ya tenemos los huevos pelados y bien afeitados. Este film es un verdadero insulto a la genial creación Hellraiser (1987) de Clive Barker. Abstenerse de verla.
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