Una mujer (La puretona Lina Romay que esperamos ver algún día en alguna buena porno milf norteamericana de gonzo con dos o tres negros metiéndole las mangueras por todos sus orificios corporales en el papel de su vida) resulta ser hija de un rockero que ha muerto, y que resulta ser descendiente de Frankenstein y que a pesar de dedicarse al mundo de la música continuó los experimentos de su padre. La mujer va para el caserón que ha heredado y ahí está una enorme mujer frankenstein que tiene polla (La cachorra de Michelle Bauer ya también entrando en años) y bueno, toda la trama gira en torno a una multitud de encuentros sexuales entre todos los actores y actrices del film, y como la mujer frankenstein se pone celosa y se pone a matar peña. Al final la cosa se descontrola y la mujer viva y muerta establecen una relación sentimental que se cobrará víctimas, pero ambas se protegen la una a la otra. El film comienza con un títulos de crédito psicodélicos y muy artísticos, con efectos de video de la época de la bola de cristal (trabajo de sala de montaje muy antiguo, ahora ya de mesa de ordenador casera con Final Cut o Adobe Premiere), y con una canción MUY BUENA compuesta por Jess Franco y Mikel Sagues.
De verdad de que flipé con esos EXCELENTES títulos de crédito apoyados con una GRAN canción. La cosa me pilló por sorpresa y me agradó mucho, esperando cosas excelentes del film. Imaginaros Lina llega a la casa y se encuentra a su amiga chupándole la polla a un tío. Entonces se van a besar en la mejilla las dos mujeres, y la otra guarra va y le besa en la boca, con todo el jugo de rabo en sus labios. ¡QUÉ FUERTEEEE! Ese momento habla ya de las intenciones del film. A Lina se la folla la monstruo de Frankenstein (es hermafrodita), la intenta violar uno que muere, se la tira otro en un trio en un sofá, enculándola. Se la tiro otro en un trio en una cama tras meterse unas rallas de coca. Lina se lo monta en un número lésbico con una stripper. Va y a la puta de la guarra se la tiran otras dos veces más, y aparte se tira a uno saltando encima como una loca, y otro le azota el culo con una fusta. ¡Hasta a Michelle Bauer la ponen a cuatro patas y Lina le pone el culito guapo con otro látigo! El film es un softcore para hacerse pajillas que poco terror y sangre tiene. Hay una gran cantidad de escenas sexuales rodadas sin ton ni son, ni sin mucha coherencia, y de ese rollo va el film rodado en málaga, España.
El film es un bodrio de principio a final y no tiene grandes alicientes de ninguna clase salvo ver a Michelle Bauer en plan rollo bollo o en una sesión de spanking a cuatro patas. Decenas de tetas, un montón de coños felpudos y increiblemente hay un plano muy claro del ojete de una y del coño afeitado de la stripper. En fin, un bodrio loco de Jess Franco todo un onanista del cine. Solo para incondicionales de Michelle Bauer o por ver los fantásticos títulos de crédito.
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